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Aznar quiere completar con los congresos regionales la refundación centrista del Partido, Popular

Con 12 congresos regionales concentrados en este último fin de semana y el próximo, el Partido Popular (PP) pretende culminar la refundación centrista iniciada por José María Aznar en Sevilla en marzo de 1990. El líder de los populares cree que el camino iniciado hacia el centro ha sido refrendado por la sociedad con más de ocho millones de votos en las elecciones legislativas del pasado 6 de junio, y ahora sólo falta confirmarlo y hacerlo creíble en las estructuras del partido.

Con excepción de Murcia, donde dos candidaturas han luchado por la ejecutiva, el consenso preside la renovación de cinco de las 12 presidencias regionales afectadas. "No hay resistencias al cambio ni una oposición seria de las viejas guardias de Alianza Popular", afirman dirigentes del partido. Sólo en Madrid dos concejales de los tiempos de Manuel Fraga han criticado la marginación del sector histórico. Aunque parece un movimiento personal, la maniobra pone en peligro la majoria absoluta de José Mal Ivarez del Manzano en el Ayuntamiento de Madrid.Aznar sigue políticamente blindado tras obtener el mejor resultado electoral de la historia del PP, aunque se tratara de una derrota. La consigna para orientar los congresos regionales la dio poco después de la última confrontación en las urnas. "Profundizar en la renovación sin romper ningún equilibrio". Y advirtió que no sería indulgente con quienes jugaran a crear tensiones que pudieran afectar a la imagen de unidad.

La regla de la candidatura única, basada en el consenso y bendecida por Madrid, se ha roto únicamente en Murcia, donde al presidente, Ramón Luis Valcárcel, finalmente vencedor, se opuso la candidatura de Juan Ramón Calero, ex portavoz parlamentario en los tiempos de Antonio Hernández Mancha.

El gran trauma poselectoral de los populares fueron las ciudades medias y pequeñas. Constataron que su mensaje cuaja en los grandes núcleos urbanos, pero encuentra dificultades en la España profunda, donde en teoría más arraigo debía encontrar el centro-derecha. 'Tos nuevos equipos saldrán elegidos con una tarea muy precisa, de la que deberán dar cuenta", señala una fuente próxima a Aznar. "Hay que dar un nuevo impulso al PP", agrega, "acercarlo más a la gente, sobre todo en los niveles más bajos de la organización".

Al margen de la lucha de Murcia, los recambios se producen en Madrid, Extremadura, Aragón, Valencia y La Rioja. En la primera, el diputado regional Pío García Escudero, arquitecto especializado en restauración y pilarista (del colegio del Pilar de Madrid). como Aznar, sustituye en la presidencia a Luis Eduardo Cortés. García Escudero fue director general de Patrimonio en el Gobierno castellano-leonés del actual presidente del PP.

En Extremadura, el incombustible Luis Ramallo cede la presidencia, por incompatibilidad con el escafío de diputado, al igual que Cortés. Le sustituye el senador Juan Ignacio Barrero. En Aragón, también por incompatibilidad, sale el diputado José Ignacio Senao. El nuevo presidente es el hasta ahora consejero de Economía del Gobierno regional, Santiago Lanzuela.

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En Valencia se produce el recambio más sonado. El senador Pedro Agramunt, un hombre de los tiempos de Fraga que ha sabido llevar al PP a vencer electoralmente por primera vez al PSOE, ha aceptado su recambio por el joven alcalde de Benidorm (Alicante), Eduardo Zaplana. Agramunt anunció su abandono sin plantear problemas. En La Rioja, el ex presidente autonómico, Joaquín Espert, deja el cargo alegando cansancio. Será sustituido por el secretario general, Pedro Sanz.

La renovación parcial de las ejecutivas regionales no es obstáculo para mantener al frente a seis presidentes. Se trata de Juan José Lucas, presidente también del Gobierno regional de Castilla y León; José Manuel Molina, ex alcalde de Toledo, en Castilla-La Mancha; Aleix Vidal Quadras en Catalufia; los ex ucedistas Jaime Mayor Oreja y José Miguel Bravo de Laguna en Euskadi y Canarias, respectivamente, e Isidro Fernández Rozada en Asturias.

Aznar sólo ha participado en .la clausura de tres de los 12 congresos. El viernes acudió a Aragón, donde se adelantó el acto para hacer posible su presencia. El líder del PP quiso estar presente en la comunidad donde su partido acaba de sufrir un revolcón considerable al perder el Gobierno regional (en coalición con el Par) por una moción de censura socialista apoyada en el voto de un diputado tránsfuga elegido en las listas populares.

El sábado clausuró el congreso de Madrid y ayer acudió a Barcelona para cerrar el de Cataluña. Fuera del calendario habitual de los congresos regionales quedan los de Andalucía, adelantado para preparar las *elecciones autonómicas, y Galicia, aplazado por el mismo motivo.

También en Baleares ha quedado aplazado por la remodelación del Gobierno regional efectuada por Gabriel Cafiellas. En Cantabria, la dirección nacional del PP ha decidido congelarlo hasta que se resuelva el problema Hormaechea, es decir, hasta conseguir el abandono del Gobierno regional por su actual presidente. En Navarra no existe el PP, y su partido asociado, Unión del Pueblo Navarro, no sigue el mismo calendario de congresos.

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