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Dejar huella, dejar memoria

Fue don Emilio un hombre de grandes luces. Su larga vida bancaria la distribuyó sabiamente: treinta años organizando y engrandeciendo el Banco, y su posición en él. Los otros treinta, dedicado a lo mismo y a ser protagonista del sector bancario. Con su retirada de la presidencia del Banco hace siete años demostró también su talento. Eligió muy bien el momento de desaparecer de" la vida política y profesional. Formó muy bien a sus sucesores, sus hijos Emilio y Jaime, y llegó a ver cómo la tercera generación, Ana y Emilio, respondía también al calificativo de nacidos para la banca.

Con el viejo Botín desaparece el que tuvo fama de ser "el último gran banquero". No sólo Cantabria fue objeto de su predilección; en el resto de España también dejó pruebas de su capacidad como hombre de negocios.A lo largo de sus sesenta años de vida bancaria supo siempre desempeñar su papel, sin importarle que su vida fuera en muchas ocasiones una vida de sacrificio.

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Botín fue un hombre cauto. Midió siempre sus palabras evitando las consecuencias negativas de sus manifestaciones. Realizaba sus operaciones de altos vuelos con la discreción obligada en quien busca la eficacia y evita la fama.

A los Botín les va a pesar el apellido, puesto que don Emilio puso el listón muy alto. Nada parecía producirle desaliento. Sus problemas derivaban del deber de afrontar las cosas. Si no lo conseguía, ¿para qué desalentarse? Con calma se dedicaba a otra cosa. Botín supo alternar la soledad necesaria para su trabajo de altura con las relaciones públicas cuando comprendió que tenía que dedicarse a ellas personalmente. Pero no tuvo que sacrificar su vida privada para triunfar en lo profesional. No dio la impresión de estar en ningún momento distanciado de la realidad ni de tener que ocultarse bajo ninguna máscara. Era directo en opiniones y en actuaciones.

Aunque don Emilio se ha ido despacio y su muerte no ha sido, por tanto, una sorpresa, no me es fácil poner sobre el papel lo que esta pérdida supone. Quede claro, para quienes no han tenido la suerte de conocerle, que Botín no es un hombre del pasado ni nadie tendrá que salir en defensa de su balance. Él, que en esta vida vio el mundo sin anteojeras ideológicas, podrá contemplar desde la otra, con satisfacción, la huella dejada, la historia que ha hecho al "dejar memoria" en nosotros.

es copresidente del Banco Popular.

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