Carabanchel abre una guardería para los hijos de los presos
Los hijos de los presos de Carabanchel ya no tienen que esperar en un patio, a la intemperie, mientras dura su visita a la cárcel. La prisión madrileña ha puesto coto a ese problema. Cuando los hijos de los internos acudan este fin de semana a la prisión se encontrarán con una pequeña sala repleta de juguetes, libros y cuentos, y con un grupo de voluntarios de la Cruz Roja que tratarán de amenizarles la espera e infundirles ideas socializadoras.
Durante los fines de semana, la guardería estará a tope de niños. El director de Carabanchel, José Antonio Moreta, calcula que, cada dos horas (tiempo medio de duración de una visita), habrá unos 20 niños en la guardería. Si el tiempo acompaña, los pequeños visitantes también dispondrán de un pequeño parque con columpios y otras atracciones de recreo.Hace sólo unas semanas, los familiares de los reclusos se veían obligados a esperar al aire libre algunas horas antes de comunicar con el interno Cuando por fin les tocaba el turno, los niños se tenían que quedar fuera, solos o acompañados de otro familiar.
Hace ya unos meses, el actual director de Carabanchel colocó cristaleras en varios soportales del patio para evitar que esperaran a la intemperie.
La guardería inaugurada ayer ha sido creada con fondos del 0,5% del impuesto para la renta de las personas físicas destinados "a fines de interés social". Además de en Carabanchel, ya existen guarderías infantiles similares en las prisiones de Almería, Jerez de la Frontera (Cádiz), Alcalá de Guadaira (Sevilla), Ocaña (Toledo), Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. Este tipo de guarderías son distintas de las que hay en las prisiones ocupadas por mujeres.
Largas esperas
La ministra Matilde Fernández, cuyo departamento aporta buena parte de los recursos económicos destinados a estos centros infantiles, calificó ayer la iniciativa de "muy útil". "Hasta ahora", señaló la ministra, "los niños se quedaban en el patio de la cárcel o en la calle. En la guardería estarán atendidos por profesionales que contribuirán a reforzar la política de los asistentes sociales de sus propios barrios".
La presidenta de la Cruz Roja, que también asistió al acto de inauguración, señaló: "Son niños generalmente marginados a los que les vendrá bien participar en una labor socializadora durante dos horas a la semana".
Paralelamente, el director de Carabanchel -una prisión ocupada en la actualidad por unos 2.000 reclusos- anunció ayer que en breve terminará con las largas esperas que ocasionalmente sufren los familiares de los internos antes de poder comunicar con ellos. Estas esperas, con largas e incómodas colas, originaron la denuncia de los familiares de presos.
La intención del director de la cárcel es ahora la de crear la cita previa, es decir, que los familiares de los reclusos que deseen ver a un interno puedan concertar la visita por teléfono y fijar el día y la hora. O, al menos, desde la prisión se les dirá a qué hora y qué día pueden ir sin tener que guardar cola.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.