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Luis dice que los jugadores del Atlético han perdido confianza

Los futbolistas del Atlético de Madrid se han venido abajo anímicamente. Así lo reconoció ayer su técnico, Luis Aragonés. El más afectado en este sentido es Paulo Futre. No es la primera vez. El portugués, que no quiso hacer declaraciones, ya se deprimió en anteriores situaciones críticas del conjunto rojiblanco. "Futre posee una personalidad muy marcada", comentó Miguel Ángel Gil, el director general, "y tiene este tipo de altibajos. No hay que darle mayor importancia".Los malos resultados del Atlético, culminados con la derrota del sábado ante la Real Sociedad (1-0), han afectado, por tanto, a la plantilla. "Los jugadores", admitió Luis, "están intranquilos, afectados y faltos de confianza. Si un equipo que aspira a ser el campeón suma un solo punto en un cielo de ocho, sufre un golpe importante. Al fin y al cabo, aquéllos son humanos y se pueden venir abajo. Esto me añade más trabajo".

La situación anímica que se respira ha motivado todavía más a Luis para seguir trabajando: "El entrenador es el que tiene que sacar esto adelante. Su entereza debe salir en los momentos delicados. No habría querido llegar a esta coyuntura, pero no me asusta".Al estado del equipo se une el viejo problema de las lesiones. Hasta once jugadores arrastran molestias. Las más graves recaen en Aguilera, que sufre un arrancamiento parcial del abductor izquierdo y que será intervenido quirúrgicamente el próximo jueves. Estará de baja un mes y medio o dos. "Se nos acumulan", dijo Luis, "pero eso es el fútbol: si estás de mala suerte, te crecen los enanos".'

Pese a la crisis, Luis conserva el puesto. Algo poco frecuente, según confesó él mismo. "Si lloras", añadió, "te echan antes. Por eso yo no lloro, sino que me crezco". El domingo recibió una llamada del presidente,. Jesús Gil, que se halla de vacaciones en Estados Unidos y que le infundió tranquilidad. Ayer, tras la habitual reunión de la comisión deportiva del club, Miguel Ángel Gil reiteró su "absoluta confianza" en él. "No me alejo de mi responsabilidad", insistió Luis; "si perdemos dos o tres partidos seguidos, tengo mi parte de culpa".

Sin embargo, Luis aún mantiene sus esperanzas de alcanzar el título de la Liga, aunque las deja pendientes del siguiente ciclo de encuentros: "Necesitamos dos buenos resultados seguidos. Si en los próximos cuatro o cinco no resurgimos, va a ser muy difícil llegar al final del campeonato con posibilidades".

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