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Narcis Serra pide la expulsión de los corruptos y denuncia la especulación sin escrúpulos

Luis R. Aizpeolea

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, solicitó ayer la expulsión de los corruptos de la política y denunció, la utilización de información privilegiada, la falta de escrúpulos en los negocios, la disposición de cantidades ingentes de recursos y la ostentación de la riqueza. Serra aprovechó una cena-coloquio de militantes socialistas en Ciudad Real, por invitación del presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, para hacer un llamamiento a la recuperación de la ética socialista, una defensa firme del Estado del bienestar y un duro ataque al neoliberalismo.

El vicepresidente del Gobierno dijo que es "especialmente: rechazable a los principios éticos del socialismo la posibilidad que ofrece la especulación financiera de enriquecerse sin crear riqueza; el capitalismo de casino basado en la suerte, en información privilegiada, en la falta de escrúpulos o en disponer de cantidades ingentes de recursos".Serra desarrolló más aún la denuncia del capitalismo de casino, que ya inició en su intervención en la Universidad de Madrid hace 15 días, al señalar: "Hay que rechazar un capitalismo que promueve la creación artificial de riqueza de nulo o negativo impacto en la economía real. Unas prácticas que suelen ir aparejadas al escándalo, de una ostentación que desanima el alma social, por más que parezca que solamente la deslumbre. Estamos en contra de eso, por nuestros principios y por sentido común". "Quien se enriquece personalmente empobreciendo a la comunidad merece mi más absoluta, repulsa", añadió.

En su intervención reiteró su petición de transparencia del sistema de funcionamiento de los partidos y de su financiación, y dijo tajantemente: "Hay que expulsar a los corruptos de la política, diciendo siempre, porque es verdad, que son una ínfima minoría".

La segunda parte de su mensaje, centrada en una firme defensa de la ideología socialdemócrata, rezumaba un optimismo por el auge de la concepción del Estado del bienestar tras el triunfo de Bill Clinton en las elecciones norteamericanas: "El fracaso del neoliberalismo ha tenido su último episodio en las recientes elecciones norteamericanas, ganadas por un político que lía prometido mejor educación, sanidad pública para todos, inversión en infraestucturas y unos buenos Juegos Olímpicos. No hablo de Felipe, no. Sabéis de quién hablo, ¿no?. Se trata de Bill Clinton".

Fue más allá al señalar: "Por cierto, el fracaso del neoliberalismo nos anuncia ya el fracaso del Partido Popular-de Aznar, que se empeña en copiar para España un modelo que ya ha acreditado su fracaso en cuantos países se ha puesto en práctica".

A continuación denunció lo que denominó Estado mínimo con estas palabras: "¿Es que alguien piensa que la derrota de Bush no tiene nada que ver con los disturbios raciales de Los Ángeles, que son a su vez fruto de la desesperación con que algunos sectores sociales contemplan la indiferencia de los poderes públicos hacia sus problemas?".

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Serra defendió la intervención del Estado en la economía: "Debemos, pues, reflexionar sobre el papel del Estado... Debo decir que estoy en contra de la teoría del Estado mínimo. Hablemos de un Estado mejor, pensemos en un papel del Estado que cumpla los dos requisitos indispensables desde la óptica del socialismo democrático, la eficacia y la equidad social. Un Estado que corrija las deficiencias del mercado".

No faltó una referencia a la defensa de la pluralidad en el seno del PSOE: "Nuestro partido es diverso y plural... Un partido como el nuestro, que pretende contar con el activo de una gran mayoría social, debe ser un partido grande, en el que quepa mucha gente y en el que gente muy diversa se sienta cómoda. Un partido capaz de expresar los intereses y las inquietudes de sectores sociales distintos".

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