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Una auditoría de Hacienda revela un descontrol del gasto en RTVE

La ausencia de un plan estratégico, la falta de control del gasto y el incumplimiento de la legalidad presupuestaria son tres conclusiones contempladas en un informe de la Intervención General de la Administración del Estado sobre la gestión financiera de TVE en 1990. Éste fue el primer ejercicio de Jordi García Candau al frente de la dirección general, tras sustituir a Luis Solana en febrero de 1990, año en el que nacieron las privadas.

El informe puntualiza que los problemas de gestión económico-financiera de TVE en 1990 "son, en gran parte, continuación o consecuencia de las inercias no corregidas de años anteriores". La auditoría destaca que en la "fálta de planificación a corto y medio plazo" ha influido negativamente "el cambio frecuente de equipos directivos" y asegura que "no ha existido un plan estratégico u operativo a corto y medio plazo". Jordi García Candau, actual director general de RTVE, accedió al cargo en febrero de 1990. Le precedieron Luis Solana y Pilar Miró.En las conclusiones se dice que TVE "no ha cumplido adecuadamente la legalidad presupuestaria al haber contraído obligaciones sin crédito adecuado por importe de 5.975 millones de pesetas y haber comprometido créditos con cargo al ejercicio 1995 por importe de 791 millones, cuando la normativa vigente permite contraer compromisos hasta el cuarto año posterior al actual, es decir, hasta 1994". "También se producen ciertos incumplimientos de la normativa sobre IRPF, topes de horas extraordinarias y normativa interna sobre comisiones de servicio", añade la auditoría.

Los gastos de explotación ascendieron a 74.000 millones, lo que supuso un incremento del 62%. Las razones de este incremento, según el informe, fueron el pago de los servicios de Retevisión y el crecimiento de los gastos de personal y producción. La retribución media por empleado creció un 15% a causa de "la apertura del abanico salarial" pactada en convenio, el ascenso de categoría de más de 700 personas y el incremento del gasto experimentado por la mayor parte de los complementos retributivos: complementos de dirección, mando orgánico, especial responsabilidad, disponibilidad, polivalencia, nocturnidad y horas extraordinarias". Estos conceptos sumaron 3.272 millones, un 25,7% más que en el año anterior.

Los pluses de programas y pactos de rodaje subieron un 43%, situándose en 1.592 millones de pesetas. Las gratificaciones diversas sumaron 844 millones, lo que supuso un aumento del 115%. Los gastos por dietas y locomoción ascendieron a 4.204 millones de pesetas, con un crecimiento del 22,3%. "Como ocurría en ejercicios anteriores, el control de estos gastos no ha sido adecuado, y en cuanto a los pluses, no parece existir desde hace años una política definida para la concesión de la mayor parte de ellos", subraya el informe, y apostilla: "Tampoco resulta eficaz el control del absentismo y la productividad".

La auditoría señala dos ejemplos de la falta de control en la tesorería: "En el centro de Cataluña desaparecieron 90 millones de pesetas procedentes de los años 1989 a 1991, y se concedió a una productora un anticipo por importe de 49 millones de pesetas, más IVA, al margen del precio del contrato, a devolver al final del programa, tratándose más bien de un préstamo sin interés".

En su último punto, la auditoría señala como puntos positivos "una mejora notable en la contabilidad financiera, el trabajo para unificar la gestión de vales de pedido, la contención en la contratación de personal en el segundo semestre de 1990 y la elaboración, en 1991, de un plan de viabilidad para adaptar la gestión a la caída de los ingresos publicitarios de Televisión Española".

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