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Asunción reconoce que el grapo Silva huyó de prisión porque "falló el sistema"

La seguridad de los presos terroristas "está basada fundamentalmente en la vigilancia humana, en no perderlos de vista, al margen de los sensores electrónicos y otros dispositivos", dijo Antoni Asunción, secretario general de Asuntos Penitenciarios, en el Congreso. Asunción fue criticado ayer por los grupos de la oposición parlamentaria por la fuga del grapo Fernando Silva Sande de la cárcel de Granada, que él atribuyó a "un fallo en el sistema". Asunción, que compareció en la comisión de Justicia e Interior del Congreso durante más de cuatro horas, afirmó que la evasión de Silva constituye el único "fracaso" que se ha producido desde que hace tres años se inició la política de dispersión de los 600 terroristas, fundamentalmente de ETA y GRAPO.Baltasar Garzón, diputado de IU, aseguró que el 31 de marzo pasado, cuando huyó el terrorista, solo había seis funcionarios de guardia en la cárcel, donde también hay siete presos de ETA. El funcionario que tenía a su cargo al grapo debía ocuparse, además, de otros cuatro módulos, según Garzón, que revelé que los empleados carecen de transmisores para comunicarse y que hay dos garitas inutilizadas.

Gabriel Díaz Berbel, del PP, recordó que meses atrá ya había advertido de la posibilidad de la fuga de Silva porque "el lugar menos indicado para meter a estos terroristas es Granada".

Salvador Pérez Bueno, del Partido Andalucista, dijo que el secretario general de Asuntos Penitenciarios "ha sido el aliado objetivo de la fuga del grapo, pero el secretario general no se inmuta". Pérez Bueno agregó que la cárcel granadina "es el lugar menos indicado para tener a terroristas".

Dispersión de etarras

Según Antoni Asunción, la dispersión de terroristas por las cárceles españolas ha dado buenos resultados. Se mostró muy agradecido por la colaboración de los funcionarios, contra los que ETA ha enviado 20 paquetes bomba a lo largo de estos años. "Los funcionarios han demostrado que son capaces de hacer cosas que otros países no se habrían atrevido", dijo.Cristina Almeida, de IU, y Rogelio Baón, del PP, criticaron el actual sistema penitenciario y el nuevo modelo de prisión, consistente en centros con capacidad para 950 reclusos. La oposición estima que en este modelo se prima la seguridad en detrimento de la función de reinserción y rehabilitación. Asunción lo explicó diciendo que "hay que hacer una cárcel que sirva tanto para jóvenes como para terroristas".

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