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Los gobiernos central y vasco logran un acuerdo político sobre la reindustrialización vasca

"Hemos logrado sentar las bases de un acuerdo político sobre las líneas a seguir en la reindustrialización vasca sobre la base de la corresponsabilidad" dijo ayer Claudio, Aranzadi, ministro de Industria y Energía al término de la reunión que mantuvo en Madrid con Carlos Solchaga, ministro de Economía y Hacienda, Jon Azúa, vicelehendakari del Gobierno vasco, Xavier Arzallus, presidente del Partido Nacionalista Vasco y Ramón Jaúregui, secretario general del PSOE del País Vasco.

Aranzadi añadió que no se han concretado dos aspectos fundamentales como son la financiación del plan y los aspectos sociales del mismo. Estos aspectos serán estudiados en la reunión del próximo martes. Ayer, según el ministro, se avanzó en el estudio de los mecanismos de cooperación entre ambas administraciones. Para Aranzadi, "el ajuste industrial en el País Vasco y la reindustrialización son temas lo suficientemente importantes como para que se hagan de forma corresposable por el Gobierno central y el autonómico". Añadió que el Ministerio de Industria ha dejado claro que no existe un modelo único de cooperación con las diferentes comunidades autónomas que tienen problemas industriales. Además, añadió que España se encuentra integrada en la CE y que esto aporta un nuevo aspecto a la hora de tomar decisiones. La reindustrialización ha de hacerse de un modo distinto a como se abordó la anterior reconversión en los primeros años de la década de los 80. En estos momentos, además, hay que tener presente que cualquier plan que se ponga en marcha debe tener cabida en el plan de convergencia con la CE.Jon Azúa reconoció que el plan de la siderurgia integral costará entre 625.000 y 650.000 millones de pesetas. Según Azua, es el gobierno central el que debe hacerse cargo de ello. Xabier Arzallus añadió que el Gobierno vasco "no tiene ni una peseta para la financiación industrial".

Aranzadi no quiso entrar en los detalles sobre quien debe financiar los costes de la reconversión y respecto al caso concreto de los aceros especiales añadió que no habrá ningún plan global porque larealidad de las empresas es heterogénea y por ello cada empresa debe negociar su propio plan de ajuste. A pesar de ello, las administraciones central y autonómica realizarán una labor de tutela para que las medidas que se adopten sean compatibles entre sí.

Por otra parte, el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, remitió ayer una carta a las uniones, federaciones y miembros del comité confederal del sindicato en la que advierte a todos sus afiliados sobre la "total contradicción" en los mensajes lanzados por el presidente del Gobierno, Felipe González, y el ministro de Industria en materia industrial. Redondo valora positivamente el encuentro con González aunque añade que se encuentra a la espera de la contestación por escrito a las propuestas sindicales sobre la política de reindustrialización.

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