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MADRID EN CONFLICTO

Infarto en una ambulancia en medio del atasco

El colapso circulatorio que sufrió ayer Madrid entre las siete y las diez de la mañana hizo "sudar más de la cuenta" a los conductores de ambulancias, según confiesan algunos. Fue un atasco, dicen, como hacía tiempo que no se veía. En medio del caos, Enrique Hernández, conductor de la empresa Santa Teresa, llevaba a un anciano con un principio de infarto. "Le llevé desde O'Donnell al hospital de La Paz. Las calles estaban intransitables. Ha sido espantoso. Primero tuve que circular por el carril contrario. Luego he cogido la M-30, y ya he ido algo más rápido, porque me he metido por el arcén". "Yo llevo diez años en esto, pero cuando llevas un caso grave y ves que no puedes correr, te acaloras". El anciano iba acompañado de su esposa. "La mujer estaba nerviosísima. El ayudante le iba hablando para que se calmara". El recorrido, para el que normalmente se emplean 10 minutos, duró media hora. Pero llegó con vida al hospital.Un paciente de Aluche que requirió- los servicios de una ambulancia de la Cruz Roja a primera hora de la mafíana no pudo esperar más. "El paseo de Extremadura estaba atascado. Para cuando llegué, ya se lo habían llevado al Gómez Ulla en un coche particular", explica Daniel Fernández, de 54 años, conductor de la Cruz Roja desde hace 17. "Me he puesto nervioso", reconoce. "No te acabas de acostumbrar".

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Las emisoras de las diferentes compañías iban transmitiendo la situación: 8.30, colapso en la carretera de Valencia. 9.45, retención en la carretera de Andalucía, a la altura de la Ciudad de los Ángeles. En los casos no urgentes, los conductores han optado por apagar las luces y las sirenas. Se han rendido.

El traslado de enfermos que reciben algún tratamiento fijo (como rehabilitación o diálisis) supone el 80% de los servicios de las ambulancias. "En nuestro caso, hoy hemos ido con un retraso medio de una hora. Esto es un problema, porque los pacientes tienen la cita a una hora fija, y si no llegan la pierden", explica Francisco Rosales, directivo de la empresa Europa.

"Nuestras ambulancias también se han movido con mucho problema", afirma Gregorio Buitrago, director de la empresa Santa Elena.

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