_
_
_
_
_
GENTE

Anna Galiena

La actriz italiana evocadora de sueños y olores

Rocío García

Anna Galiena es una italiana de 36 años, alta (1,76 metros), guapa y con una tremenda personalidad. En cuanto el director de cine francés Patrice Leconte la vio en Roma supo que ella era la peluquera de sus sueños y sus olores. Anna Galiena es Mathilde, la protagonista de la película de Leconte El marido de la peluquera, estrenada la semana pasada en España y que recoge el sueño infantil del director francés sobre un futuro feliz y afortunado al lado de una peluquera de voz dulce y pausada. Para Anna Galiena, que estuvo en Madrid en el estreno de su película, lo más interesante del personaje sensual y tranquilo de Mathilde es su "tremenda capacidad para dejarse amar".Anna Galiena arrastra los posos intelectuales y burgueses en los que se crió en su casa de Roma hasta que rompió definitivamente con ellos para meterse en el mundo del espectáculo. "Todo lo que he leído en mi vida lo he leído entre los 11 y los 16 años. La bibilioteca de mi padre, un apasionado de la literatura, estaba en mi dormitorio y allí he leído a Joyce, Voltaire, Shakespeare. Yo soñaba con ser actriz, pero no tenía valor de admitirlo, porque desde el punto de vista intelectual lo consideraba un arte menor. Por eso, en un principio, cuando rompí con todo, con mi familia y mi carrera de ciencias políticas, pensaba ser guionista". Pero esta idea, "afortunadamente", le duró bastante poco.

Anna Galiena, que dice que de siempre ha arrastrado un sufrimiento por no encontrar su camino adecuado y un ferviente intento por ser fiel a sí misma, tomó la decisión de marcharse a Estados Unidos, cansada de que las únicas propuestas en Italia se ciñeran a "papeles idiotas en películas cómico-eróticas" y de "no encontrar la manera de empezar". Fue su definitivo espaldarazo. Después de vivir en Nueva York durante seis años, donde su carrera profesional se centró principalmente en el teatro clásico, regresó a Italia "para establecer las paces con mi país y mi familia". En los últimos años, Anna Galiena, que vive a caballo entre París y Roma, ha compatibilizado papeles en el teatro con apariciones en el cine. "Sí me obligaran a elegir, me quedaría con el teatro, porque, en cualquier momento y en cualquier sitio, yo puedo levantarme de la silla y empezar a recitar".

La última interpretación teatral de esta actriz, que habla inglés, francés, español e italiano, ha sido el papel de Carmen en la obra Le balcon, de Jean Genet, que, bajo la dirección del español Lluís Pasqual, ha estado en cartel durante cinco semanas -la última representación fue el pasado día 2- en el teatro Odeón de París.

Su incursión en el cine español le ha llegado de la mano del director José Luis Cuerda, quien la eligió como protagonista de la última película que ha rodado, La viuda del capitán Estrada, un melodrama de finales de los años cuarenta en Madrid, que tiene previsto su estreno el otoño próximo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_