_
_
_
_
_
GENTE

Michelle Pfeiffer

La última sirena de Hollywood

Fabulosa. Éste es el calificativo que estos días utilizan al unísono los críticos norteamericanos para definir a la actriz Michelle Pfeiffer. El adjetivo, que torna como excusa el título de su última película -The fabulous Baker Boys-, esconde en el fondo la admiración y la sorpresa por la forma en que esta mujer de 31 años ha conquistado el mercado cinematográfico mundial y se ha convertido, por méritos propios, en la última sirena de Hollywood.Pfeiffer, de quien sus más fervientes admiradores dicen que ha tomado el relevo de las famosas Lauren Bacall y Rita Hayworth, ha tenido una carrera muy trabajada, exenta de regalos, pero con un sprint final que le ha permitido colocarse en el podio de las grandes de la industria del cine.

Grease 2, Scarface, Lady Halcón, Into the night, Sweet Liberty, Las brujas de Eastwick, Casada con todos y Tequila sunrise configuran el esqueleto de su ascensión.

Sin embargo, y pese al éxito comercial de todas las películas en las que ha trabajado, la crítica apenas se fijó en ella hasta su participación en el drama amoroso de su celebradísima Amistades peligrosas. Su genial representación de una cortesana francesa que después de resistirse cae en los brazos del deseo dimensionó su carrera. Su última película, The fabulous Baker Boys también se ha convertido en un éxito de taquilla. En esta cinta, en la que Pfeiffer comparte el cartel con Jeff Bridges, la actriz interpreta el papel de una cantante de cóctel-bar. Pfeiffer se revela aquí nuevamente como una actriz sumamente atractiva, versátil, con recursos y con un gran talento interpretativo.

La belleza es ahora uno de sus problemas. Michelle Pfeiffer quiere huir del papel de niña bonita e intenta evitar al máximo papeles fáciles. Su magia, sin embargo, sigue cautivando al público, y es cierta la aseveración de un crítico de Los Ángeles que ha escrito que "cuando Michelle aparece en la pantalla es imposible fijarse en otra imagen".

Pfeiffer se encuentra ahora en Moscú, donde está ultimando el rodaje de The Russia House, una película dirigida por el australiano Fred Schepisi, basada en la novela del mismo título del escritor John Le Carré y en la que comparte los honores estelares con el veterano Sean Connery. Quienes creyeron que Pfeiffer es sólo una cara bonita han destacado ahora la gran labor de la actriz en esta nueva cinta, que se estrenará el año próximo, y en especial en sus esfuerzos lingüísticos para hablar en ruso.

Pese al éxito que ahora ha comenzado a rodear su vida -"hasta hace muy poco nadie me reconocía en la calle", ha declarado-, la actriz lleva una vida muy solitaria. Está separada, vive en una casa de Santa Mónica con dos perros y un gato y tiene muy pocos amigos. Las ansias del público por conocer detalles sobre su vida han revelado que la actriz tuvo un affaire con John Malkovich, su atractivo compañero sentimental en la película Amistades peligrosas, y que otro de sus amigos es el también actor Michael Batman Keaton.

Feminista convencida, Michelle Pfeiffer es una mujer poco vanidosa -"jamás se mira al espejo", aseguran sus íntimos- y es una profesional con una sola idea en la mente: no depender de la industria. Este sentido independiente es lo que le ha llevado a crear su propia productora. Sólo así podrá elegir los papeles que más le gusten y evitar aquellos guiones que la muestren tan sólo como una sex-symbol, según ella misma ha explicado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_