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La conferencia ministerial de la OPEP decide aplazar sus reuniones de forma indefinida

Enric González

La conferencia ministerial de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) fue aplazada ayer indefinidamente tras la sesión de apertura. Los 13 ministros se reunieron durante hora y media en la sede de la organización en Viena, pero no precisaron a la salida cuáles fueron los temas tratados, aunque era conocido el deseo de Kuwait de que se elevara su cuota de producción dentro de la OPEP. Los dos objetivos perseguidos en la reunión eran decidir si se incrementa la producción, con vistas al invierno en los países del hemisferio norte, y repartir esa aún hipotética producción suplementaria.

Los ministros de la Energía de los países que componen la OPEP no precisaron a la salida de la reunión cuál había sido el motivo de la suspensión, pero indicaron que los contactos continuarán de forma bilateral e informal.La cuestión de los precios no parece representar un problema, ya que existe un consenso generalizado en dar por buenos los actuales 17 dólares alrededor de los que se mueve el basket, es decir, la cesta teórica en la que promedian los precios de los siete principales tipos de crudo.

Kuwait entregó al resto de las delegaciones abundante información sobre la que basa sus peticiones. Los kuwaitíes argumentan que con su actual cuota (un millón de barriles diarios) no pueden cumplir los contratos de suministro que ya tienen suscritos y proveer, al tiempo, su potente grupo de refinerías. Según sus cálculos, necesitan al menos 1,3 millones de barrilles diarios. Durante los últimos meses Kuwait ha venido pruduciendo más o menos esa cifra (1,3 millones de barriles), necesaria para atender sus compromisos y su industria. Lo que demanda, pues, es una legalización de su situación.

La fuerte apuesta por la inversión en la industria petroquímica ha llevado a Kuwait a exportar más productos refinados que crudo. Según estimaciones del sector, tras la inauguración en febrero del complejo Mina Abdullah, al que se añaden los anteriores Mina al-Ahmadi y Shuziba, Kuwait está refinando en su país unos 670.000 barriles diarios. Mina Abdullah ha supuesto la culminación de un plan de inversiones domésticas en refinerías que ha costado en total unos 4.700 millones de dólares (casi 590.000 millones de pesetas) y que ha elevado su capacidad de refino a 750.000 barriles diarios.

A esta industria local se añade la adquirida o participada accionarialmente en el extranjero. La Kuwait Petroleum Corporation (KPC) y su filial Petrochemicals Industries Co. (PIC), junto con la conocidísma Kuwait Investement Office (KIO) han creado una extensa red de intereses industriales, fundamentalmente en Europa, en la que figuran compañías de la importancia de British Petroleum y el gigante químico alemán Hoerchst.

Los compromisos adquiridos por Kuwait para abastecer todo este entramado petrolero, propio o asociado, son los que sostienen sus reivindicaciones. Otros países, como los Emiratos Árabes Unidos, Gabón y Ecuador, vienen rebasando también sus cuotas y han solicitado, al igual que Kuwait, un incremento legalizador de las mismas. Las peticiones de estos países no son tan importantes como la de Kuwait, tanto por razones de tamaño como por el hecho de que su exceso de producción ha pretendido, fundamentalmente, aprovechar el incremento de precios registrado en el mercado spot.

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