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Espana quiere una silla propia ante el Fondo

El Gobierno español pretende obtener, como más pronto el próximo año, una silla propia de representación ante el comité interino del FMI, sin que tenga que compartirla como ahora con dos países latinoamericanos (México y Venezuela) y cinco centroamericanos (Panarná, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Honduras). La delegación española estima que esta silla podría conseguirse mediante la ampliación del actual número (22) de miembros del comité y dentro del contexto de la novena revisión de cuotas del FMI, prevista como fecha tope para el mes de abril de 1989.España tiene una cuota del 1,4% de la totalidad de los recursos del organismo. Los últimos ministros españoles de Economía llevan años reclamando, no sólo el adelanto de esta novena revisión (que se realiza cada cinco años) sino también un mayor incremento relativo de la participación española, de forma que se adecúe su representación al peso específico que la economía española tiene en el contexto mundial.

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Pero, como sucede con el caso de Japón, que también exige que se reconozca en cuotas (y por lo tanto en votos) su mayor peso económico, la concesión de más votos a España supondría la reducción simultánea del peso de otras naciones, algunas de las cuales (casos de Holanda y Suecia) se oponen terminantemente. Japón, por ejemplo, desplazaría al Reino Unido del segundo puesto por el número de votos dentro de la organización del FMI y se convertiría en la segunda fuerza, por detrás de EE UU, del organismo mundial. La pretensión española es menos ambiciosa, pero su aceptación supondría situar a España entre los 10 primeros países por número de votos del FMI.

La cuestión de la silla, o representación permanente propia, sería más complicada que la obtención de una mayor cuota relativa, según apuntan fuentes del FMI. Para tener posibilidades de ver cumplido su deseo, España tendría que obtener el apoyo y la renuncia a ser alguna vez portavoces de países pequeños, bien sean latinoamericanos, europeos o asiáticos, caso de Filipinas. Fuentes españoles afirman que ya se tienen algunas voces apalabradas, pero habría que conseguir al menos un 4% de votos para materializar el objetivo, de continuar la actual estructura de 22 sillas en el comité interino o un porcentaje algo inferior si se ampliara este número.

La delegación española no ha planteado públicamente esta demanda, como le ha sucedido ya a Japón, cuya petición figura en la lista de asuntos pendientes de los órganos decisorios del FMI. Al parecer, no se quiere repetir la experiencia fallida que se cosechó con la demanda de entrada en el grupo de los diez países más desarrollados del mundo, que duerme en el baúl de los recuerdos.

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