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Llamamiento al desarme de la URSS y Yugoslavia

ENVIADO ESPECIALLa Unión Soviética y la República Socialista de Yugoslavia emitieron ayer una declaración conjunta en la que anuncian una nueva calidad de sus relaciones, tanto bilaterales como en la cooperación en el escenario internacional. La URSS y Yugoslavia y los partidos comunistas de ambos Estados llaman en esta declaración firmada con ocasión de la visita de Gorbachov a Yugoslavia, a todos los partidos progresistas del mundo a coordinar, sobre una base de estricta igualdad e independencia, sus esfuerzos por el desarme y la democratización de las relaciones internacionales.

"El respeto a la autonomía e independencia de los partidos y países socialistas en tomar sus propias vías de desarrollo ha hecho posible eliminar las causas del conflicto entre los partidos comunistas de Yugoslavia y la URSS. Es de gran importancia no sólo para las relaciones mutuas, sino también para el desarrollo y fortalecimiento del socialismo como un proceso mundial".La declaración conjunta fue hecha pública pocas horas después de que el máximo dirigente, soviético, Mijail Gorbachov, concluyera su estancia oficial en Yugoslavia en la ciudad croata de Dubrovnik, desde donde partió poco antes del mediodía hacia Moscú. La visita de Gorbachov, que aún hace pocas semanas era esperada con considerables reticencias por parte yugoslava, ha sido un claro éxito político del dirigente soviético. Con su política de reformas y su prestigio personal, Gorbachov ha dado en Yugoslavia un paso importante hacia la cooperación con los países no alineados y hacia una recomposición del disuelto movimiento comunista internacional.

Ir más lejos

La Yugoslavia socialista, el Estado que provocó la primera gran escisión en el movimiento comunista internacional, firmó ayer una declaración que, en sus proyectos de cooperación, va mucho mas lejos que los históricos documentos de Belgrado en 1955 y Moscú en 1956, en los que el entonces líder soviético, Nikita Jruschov, y el presidente yugoslavo, Tito, daban el primer paso hacia la normalización de relaciones. Aquellas declaraciones ratificaban el derecho de cada Estado y partido comunista a elegir su propio modelo de socialismo y el respeto mutuo a la soberanía, igualdad e integridad.La nueva declaración subraya el significado histórico de aquellos acuerdos y ratifica su plena vigencia. "Las relaciones soviético-yugoslavas han pasado por graves procesos. El lastre del pasado ha podido ser eliminado gracias a la estricta observancia de los principios establecidos en común" en 1955 y 1956. Los dos Estados anuncian una intensificación de la cooperación "para elevar las relaciones bilaterales a un nivel superior".

Esta colaboración cuenta con el impulso de un acuerdo de cooperación económica hasta el año 2000, firmado por Gorbachov en Belgrado, y la participación de ambos Estados en el Programa de Progreso Científico y Técnico en el marco del Consejo de Ayuda Económica Mutua (Comecon). Yugoslavia no es miembro pleno del Comecon.

"Desde la convicción de que nadie tiene el monopolio de la verdad, las dos partes firmantes declaran no tener pretensiones de imponer sus conceptos de desarrollo social ni otros". La LCY y el PCUS anuncian un "extenso intercambio de puntos de vista y experiencias sobre el desarrollo del socialismo en sus países, el socialismo como un proceso mundial y asuntos internacionales, progreso social, cooperación entre los pueblos y medidas de confianza".

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Ambas partes destacan "el valor de la autogestión socialista como garante de la autoridad genuina del pueblo, la libertad del individuo y garantía contra distorsiones burocráticas, contra el dogmatismo y el voluntarismo". Reiteran el "derecho inalienable de los partidos comunistas, socialistas, socialdemócratas y movimientos de liberación nacional y social a decidir su vía de desarrollo" y llaman a una cooperación de todas las fuerzas progresistas, al margen de diferencias ideológicas, para resolver los acuciantes problemas internacionales y económicos.

El desarrollo del socialismo ha llegado a un momento crucial, al umbral de la mayor realización de su potencial material y espiritual y el reforzamiento de sus fundamentos humanistas. El proceso de reformas y cambios radicales en los Estados socialistas demuestra la viabilidad del socialismo y su disposición a afrontar los retos de los tiempos.

El documento elogia el "gran papel" de la política de no alineamiento en su lucha contra la dominación, hegemonía, imperialismo y discriminación, llama a la liquidación total de las armas nucleares y pide la aplicación total y equilibrada de los principios y acuerdos del proceso de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa.

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