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OLIMPISMO

Samaranch califica de buena noticia que la vela se quede en Barcelona

Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), preguntado ayer por la decisión de la Comisión Permanente del Comité Olímpico Organizador de Barcelona 92 (COOB 92) de que la vela se quede en Barcelona, respondió: "Mi opinión es muy favorable, y sería bueno que se construya un puerto deportivo o una base náutica". Y añadió: "No recuerdo que esta circunstancia se haya dado en anteriores Juegos Olímpicos y creo que es una buena noticia para los juegos de 1992".Samaranch, que realizó estas manifestaciones durante una visita que realizó a la Federación Catalana de Natación en el transcurso de la entrega de unas distinciones a la selección española junior, campeona del mundo en Brasil, insistió en su deseo de que la empresa privada participe en la organización de los juegos: "La empresa privada participó de forma muy activa en la consecución de los Juegos de 1992 para Barcelona y por tanto es justo que tenga un lugar en la organización de estos".

Medallas imposibles

El presidente del COI reiteró, por otra parte, la necesidad de que el deporte español se prepare a conciencia para tener "una digna participación" en Barcelona92. Y afirmó asimismo: "Pedir que España gane muchas medallas es imposible. El éxito de organización puede quedar totalmente eclipsado si no va acompañado de un éxito deportivo". Samaranch hizo referencia al Campeonato del Mundo de fútbol celebrado en España en 1982: "Todo el mundo fuera de España habló de un gran éxito por la excelente organización, pero en nuestro país se consideró un fracaso porque la selección española no estuvo a la altura esperada".

Preguntado por las expectativas de participación en los Juegos Olímpicos de Seúl-88, Samaranch anunció: "En el COI tenemos noticias de que los grandes países del Este se están preparando para estos juegos, pero de momento no tenemos una respuesta oficial que confirme su participación, aunque, como se sabe, tienen tiempo de contestar a la invitación del COI hasta el 17 de enero de 1988. Samaranch puntualizó, en ese sentido, recordando las palabras pronunciadas en la asamblea del COI celebrada hace dos años en Berlín que, "si un país dice que va a participar en unos juegos y luego los boicotea, podrá ser castigado, y una de esas participaciones puede ser la de no invitarle a participar en los próximos juegos".

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