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Mantener la paz entre los judíos de Jerusalén

Durante dos décadas Teddy Kolleck se las ha arreglado para mantener la paz entre árabes y judíos en Jerusalén. Hoy el formidable alcalde de la ciudad se enfrenta a un casi igualmente amenazador problema: evitar que judíos religiosos y no religiosos se enfrenten entre sí. El pasado verano, en un desafío deliberado a la antigua ley, cuatro cines de Jerusalén permanecieron abiertos durante la noche del viernes, comienzo del sabath. La policía antidisturbios israelí tuvo que apresurarse en acudir a proteger los cines de la cólera de los judíos ultraortodoxos. Desde entonces los violentos enfrentamientos entre judíos religiosos y seculares se han convertido en un ritual de los viernes por la noche ante los cines. A pesar de que los 110.000 judíos ultraortodoxos forman sólo un tercio de la población israelí de la ciudad, Kolleck ha cerrado 60 calles al tráfico durante el sábado y construido más de 300 nuevas sinagogas y colegios religiosos. Al mismo tiempo Kolleck ha trabajado duro para fortalecer la vida secular de Jerusalén. Ha organizado festivales, construido una nueva sala de conciertos, un teatro y un museo, y ha invitado a escritores y artistas a que visiten la ciudad y trabajen allí. Kolleck, que tiene 76 años, ha dicho que intenta seguir en su puesto hasta algo más del año 2000. Si es así, es muy probable que encuentre su tiempo cada vez más ocupado en mediar en la lucha entre judíos religiosos y seculares., 22 de noviembre

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