Detenido el presunto asesino de tres personas en Valladolid
Juan José Garfia Rodríguez, de 21 años, el segundo de los delincuentes comunes que presuntamente asesinaron el miércoles a un guardia civil, a un policía municipal y a un vecino de Medina del Campo, fue detenido sobre las 12.15 de ayer en las inmediaciones del río Pisuerga en las cercanías de Valladolid. La detención se produjo tras una persecución de casi 36 horas, durante las cuales logró eludir un cerco policial en la localidad de Aldeamayor de San Martín enterrándose entre la arena y aprovechando la oscuridad de la noche para escapar.
El delincuente, que estaba armado, volvió a disparar sobre las 6 de la pasada madrugada contra un guardia civil, sin alcanzarle. Un impresionante despliegue de fuerzas policiales, con ayuda de helicópteros, rastrearon a lo largo de la mañana las márgenes del Pisuerga en las cercanías de Valladolid, donde se suponía que Garfia se había ocultado. El propio padre del delicuente huido acompañó a las fuerzas policiales en algunos momentos y en el momento de la detención, llegó a, pedir a la policía que le entregasen un arma para disparar contra su propio hijo. La detención se produjo sin que hubiera disparos, al ser sorprendido por los agentes oculto entre la maleza en la orilla del río.Juan José Garfia logró eludir el cerco policial enterrándose entre la arena de unos pinares en las márgenes del Pisuerga. En la noche del miércoles abandonó su escondite. El joven no sabe conducir, por lo que se dirigió a pie a Valladolid siguiendo la vía del tren. En las cercanías de la ciudad le recogió un Renault, en el que casualmente viajaba como pasajero un guardia civil de paisano, que inmediatamente sospechó de su identidad y trató, ya en la ciudad, de conducirle con argucias a las inmediaciones de una comisaria. El agente iba desarmado, pero conminó al joven a rendirse, a lo que aquel respondió con un disparo que no dio en el blanco.
En la mañana de ayer se celebró el entierro del guardia civil Avelino Martín Fuentes, y por la tarde los del policía municipal Daniel Prieto Díaz y el civil Jesús Ignacio Ortiz Montero. Otro guardia civil y un segundo policía municipal permanecen internados heridos graves en hospitales de Valladolid.
La historia que ha costado tres vidas y que ha traído en jaque a numerosas dotaciones policiales durante día y medio ha sido protagonizada por dos hermanos de 20 y 21 años de edad, Carlos y Juan José Garfia Rodríguez, ambos con numerosos antecedentes penales por pequeños delitos comunes.
La historia comenzó a las 1.30 de la madrugada del miércoles en las inmediaciones de Valladolid. Los hermanos Garfia, acompañados de una joven, María Begoña Álvarez Baes, novia de uno de ellos, circulaban en un SEAT 600 robado. Los dos hermanos iban armados con una escopeta de postas de cañones recortados. El vehículo se detuvo y en ese momento se acercó un coche Z de la Policía Municipal. Sin mediar palabra Juan José Garfia disparó a bocarrajo a través de la ventanilla del Z contra el conductor, Daniel Prieto Díaz, y el acompañante Miguel Ángel Mongil, ambos policías municipales de Valladolid. Al primero al parecer le remató más tarde con su pistola reglamentaria.
Cuando se producían estos hechos, un tercer coche se acercó al punto de la tragedia. Era un Citroen GS, conducido por Jesús Ignacio Martín Montero, de 44 años. Juan José Garfia, disparó nuevamente contra Jesús Ignacio Martín. Los dos hermanos y la chica huyeron en el GS, pero aquella pidió que la dejasen.
El policía herido solicitó refuerzos por radio y de forma inmediata se establecieron controles policiales. Los dos delicuentes abandonaron el coche y pasaron la noche vagando campo a través, refugiados en la arboleda. Sobre las 10 de la mañana, una pareja de la Guardia Civil motorizada les descubrió cerca de Aldeamayor de San Martín. Los huidos abrieron fuego contra la pareja de agentes.
El guardia civil Avelino Martín resultó gravemente herido y fue rematado por uno de los delincuentes, al parecer Carlos. El agente Ángel Noriega Ortega recibió varios impactos de bala, pero pudo repeler la agresión y alcanzó a Carlos Garfia. El delicuente herido acudió por su pie al consultorio médico del pueblo y fue detenido poco después. Mientras tanto en Valladolid fue detenida María Begoña Álvarez.
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