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Manuel Girona

Primer síndico de cuentas valenciano, su auditoría a la Generalitat ha provocado un revuelo político

Manuel Girona se licenció en Económicas cuando esta carrera era aún muy minoritaria. Puso en marcha un negocio de cromos, ejerció como periodista, fue el primer presidente de la Diputación de Valencia en la etapa democrática y relegado de las primeras filas de la política por la dirección de su partido, el PSOE. Ahora, a sus 47 años, vuelve a la actualidad merced al revuelo provocado por el informe de la Sindicatura de Cuentas sobre el ejercicio económico del Gobierno autónomo en 1985.

El de Manuel Girona es un despacho austero, y contiene, sin embargo, una decoración que despertaría la envidia de cualquier ejecutivo. En la mesa, repleta de papeles, sobresale un ejemplar del diccionario de María Moliner. "Es que en estos días hay que medir muy bien las palabras", señala. No va desencaminado. La auditoría presentada por la Sindicatura de Cuentas -de la que Girona es síndico mayor-, que ha fiscalizado el ejercicio económico de la Generalitat valenciana del año pasado, ha provocado un revuelo político sin precedentes.Se trata dé la primera vez que. se elabora un informe de estas características en el País Valenciano. Al parecer, no existen actuaciones punibles, aunque se detectan presuntas irregularidades de tipo administrativo.

Lo suficiente para que los grupos Popular y Socialista del Parlamento autónomo hayan convertido el asunto en una batalla política en la que los primeros cuestionan las cuentas del Gobierno autónomo y piden explicaciones y los segundos sostienen que el informe de la sindicatura revela una actuación posítiva del Consell. En medio de todo esto, Manuel Girona.

Este síndico, natural y vecino de Sagunto, estudió Económicas en Madrid, pero no en la Complutense. "Entonces", dice, "esto se estudiaba en la calle de San Bernardo. Eran los tiempos de las primeras carreras delante de la policía".

En 1967, después de haber trabajado en un gabinete dedicado a la asesoría de empresas junto al actual alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado, y el escritor Vicent Ventura cambió de ocupación.

"Entre unos amigos montamos un negocio editorial". Por allí desfilaron escritores como José Gandía Casimiro y Ferrán Torrent, e incluso el desaparecido Equipo Crónica, que colaboró en la edición de comics. Actividad importante de esta empresa era la producción y venta de series de cromos para alumnos de colegios e institutos.

Girona, que también cursó periodismo, compaginó su actividad editorial con las tareas informativas en varias publicaciones, especialmente de la prensa catalana. La transición democrática le llevó a presidir la Diputación de Valencia entre 1979 y 1983. "De esta etapa mantengo un recuerdo entrañable, no sólo por las circunstancias políticas del momento, sino por las actividades que se llevaron a cabo; por ejemplo, la creación de la Caixa Provincial".

Ahora prepara la tesis doctoral. "Se refiere a la evolución de la siderurgia de Sagunto entre los años 1900 y 1930. Es que no tuve tiempo de realizarla cuando obtuve la licenciatura y es algo que siempre he querido hacer", añade.

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