El golpe
Curioso país este, al servicio de un paisanaje de respeto y de un paisaje aún muchísimo más respetable. Cuando los del Club de Roma decretaron el grado cero del desarrollo y el final infeliz de 400 años de optimismo burgués, todo Occidente empezó a temblar y a pedir perdón por sus pecados. Como, al parecer, la amenaza era insuficiente, vino la crisis del petróleo con más rebajas de optimismo y Occidente siguió temblando y sacando al santo para aplacar a los dioses. Y por si el amedrentamiento de las gentes no fuera el necesario, llegó lo del SIDA y en Occidente ya sólo hacen el amor los promiscuos y los agentes de ventas de preservativos.Pues bien. Ni el grado cero de desarrollo ni la crisis del petróleo ni el SIDA han sido suficientes para meter en cintura al celtíbero. Nuestra alimaña aterrorizadora es otra, Se llama golpe de Estado. El pueblo español tiene una antigua sabiduría sobre cómo las gastan los golpes de Estado, y en cuanto suenan estas tres palabras es como la señal de una estampida generalizada en busca de los refugios secretos de la mente. Por eso, la noticia de que ha sido detectada otra conspiración cívico-militar para dar un golpe de Estado debemos asumirla como una prueba que la providencia nos envía para que reflexionemos y por la autocrítica lleguemos a la conclusión de que es mucho mejorlo malo conocido que lo peor por conocer.
Ahora bien, y sin afán de molestar a nadie, no renuncio a expresar una cierta perplejidad. Los empresarios y los banqueros están contentos dentro de lo que cabe, el movimiento obrero está prudente, los parados están sumergidos, los partidos de izquierda están en el taller ole reparaciones, se ha resucitado a la División Azul para ir a luchar al frente del Este, los socialistas, han descubíerto a la Guardia Civil, es probable que nos concedan los Juegos Olímpicos, el Real Madrid ha vuelto a ganar la Liga y la selección española tuvo ante Polonia mejor resultado que en tiempos de Franco. Más normalidad, imposible. ¿A santo de qué un golpe? ¿Qué más quieres, Baldomero? Cómo sois. Se os da la mano y os quedáis el brazo.
