_
_
_
_
_

Carlos Payá Riera

La caída del petróleo preocupa al nuevo presidente de Hispanoil

Carlos Payá, recién estrenado en la presidencia de Hispanoil, es quizá uno de los pocos españoles que contempla con preocupación la caída del precio del petróleo. Para una compañía de exploración cuyo objetivo es la extracción de crudo el hundimiento de los precios supone el fin de los incentivos que ha tenido este costoso y arriesgado negocio. Como ciudadano se alegra de la actual situación, pero como máximo responsable de su empresa no puede dejar de fruncir el ceño ante el reto que tendrá que afrontar en su puesto.

Carlos Payá Riera, de 55 años, debía de pensar que después de seis años en la presidencia de la Empresa Nacional de Fertilizantes (Enfersa) muchas de sus preocupaciones habían tocado a su fin. El Ministerio de Industria y Energía había dado prácticamente por concluido, hace muy pocas fechas, el proceso de reconversión del sector de fertilizantes, y la caída de los precios del petróleo, de donde sale la materia prima (naftas) para la actividad de Enfersa, era una ayuda inesperada en la oportunidad que se presenta para salir de la crisis. Pero alguien en el sector público debió de pensar que Payá es un hombre de choque para las crisis. Después de gestionar el proceso que dio lugar en 1975 a la Empresa Nacional del Petróleo (ENP) y de repetir con la Empresa Nacional de Ingeniería (Initec) se dio por sentado que podía hacer lo mismo con Eniepsa e Hispanoil, las dos empresas públicas que se repartían, hasta su fusión el pasado año, la actividad interna y externa de exploración.

Y así fue que un día de en o pasado Óscar Fanjul, presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), decidió robarle a su colega del Instituto Nacional de Industria (INI), Luis Carlos Croissier, uno de sus directivos. La marcha de Luis Alonso, anterior presidente de Hispanoil, a Explosivos Río Tinto (ERT) brindó la ocasión. "No fue ningún robo", matiza Payá, "sino un acuerdo amistoso".

El caso es que Payá admite que ha cambiado de actividad en un momento difícil, si bien prefiere no hablar del tema "hasta que me ruede un poco". Ingeniero químico de carrera, siempre ha estado vinculado de una manera u otra a la industria del petróleo. "Fui el primer presidente, creo recordar, de Aserpetrol (la organización profesional de las empresas de refino de España). Hoy Payá es presidente de la European Petrochemical Association (EPCA), que tiene su sede en Bruselas. Comenzó su actividad en el campo académico y en la investigación. Fue profesor adjunto en la facultad de Ciencias de Valencia, pero por razones comprensibles no le gusta mucho hablar de esa etapa. Su actividad universitaria le privó un día de un cargo intermedio en el primer Gobierno de Arias. "Luego dicen que estamos pasando la factura", se defiende. Pero habla con satisfacción de su época como investigador. Fue entonces cuando patentó dos procesos químicos, uno de obtención de mercurio de los residuos de cinabrio y otro de extracción de anilina a partir de nitrobenceno.

Pasó por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) e hizo un master en Business Administration en Stanford.

Deportista en su juventud (fue extremo izquierda del Levante, UD y campeón univesitario de 100 metros lisos, con 11.2 de marca), aún le encanta jugar al tenis, pese a que la falta de tiempo sólo le permite hacer algo que le avergüenza confesar". Sube a su despacho por las escaleras, sin utilizar el ascensor. En Hispanoil esta actividad es suficiente: su despacho esuá en el noveno piso.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_