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Tribuna
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La cuerda se rompe por la parte más débil

La tensión creada en los mercados de valores por la subida en solitario de los títulos bancarios ha llevado a que la cuerda se rompiese por su parte más débil, provocando un nuevo proceso realizador en torno al único sector que había logrado acumular beneficios en la última semana. Los saldos vendedores de los valores bancarios han sido importantes, alcanzando casi las mismas proporciones que al inicio de la anterior realización de beneficios, con la diferencia de que en esta ocasión las bajas en las cotizaciones han sido más abultadas.La coincidencia en la fecha ha llevado a ciertos sectores a adjudicarle a esta caída de las bolsas un significado concreto en relación a la marcha del debate sobre paz y seguridad. Sobre esto hay que decir que el desarrollo de los acontecimientos políticos no suele tener en los mercados una reacción tan puntual, aunque si que se suelen valorar sus repercusiones a corto plazo, y a este respecto se detectan ciertos temores sobre la valoración que la inversión extranjera pueda hacer de estos acontecimientos.

La sesión acusó un predominio claro del papel, acentuado por la sospecha de que los valores bancarios venían con un claro signo vendedor, lo que se fue confirmando a lo largo de la mañana. Con estas expectativas, el resto de los grupos abandonó cualquier intento de toma de posiciones, incluso en los casos en los que se había pronosticado una espera más relajada. Algunos valores eléctricos se acercan, de este modo, a sus mínimos anuales, lo que en teoría debería provocar un posicionamiento, al menos a nivel institucional. Más dificil lo tienen los valores industriales, sobrevalorados en algunos casos y más expuestos a los vaivenes coyunturales. El dinero que ahora se retire del sector bancario, pese a ser especulativo, no tomará posiciones arriesgadas hasta entrever un horizonte más despejado que el actual, y en la renta variable son pocos los valores que reúnen las condiciones adecuadas, aunque entre éstos hay que contar, por paradójico que parezca, a los valores bancarios, por lo que no habría que descartar una nueva entrada de dinero una vez pasado el chaparrón vendedor.

Telefónica mantuvo su posición por segundo día consecutivo, con lo que parece que la corriente vendedora empieza a remitir justo cuando su índice parcial está a punto de rozar el 102%, 20 puntos por debajo del sector bancario pero todavía en una posición relativamente mejor que los valores eléctricos. El resto de los grupos se encuentra en las proximidades del índice general, en una posición razonablemente cómoda.

Los pagarés del Tesoro continúan consolidando el nivel de sus tipos de interés entre el 9,50% y el 10,75% para las operaciones con pacto de recompra a una semana, con un volumen de operaciones en torno a los 7.000 millones de pesetas nominales. Las operaciones a tres meses también han experimentado una mejoría en su retribución, situándose los tipos anuales entre el 9,50% y el 9,62%. Los pagarés de empresa, por su parte, ofrecieron ayer una sorpresa al negociarse 912 millones de pesetas nominales con pacto de recompra a una semana y unos tipos de interés anual entre el 10,70% y el 10,75%.

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