Progreso forestal
El pasado 19 de diciembre publicaba EL PAÍS una carta con el título de La información veraz, firmada por los señores Parra y Alonso y relativa a la creación de la Asociación para el Progreso Forestal. Con independencia de unas insólitas descalificaciones personales a promotores de esta institución, que acreditan una trayectoria y una solvencia en materia forestal reconocida dentro y fuera de nuestro país, desearíamos realizar unas breves precisiones al contenido de la carta mencionada.
1. Contra lo que allí se afirma, España, según estudios de toda garantía científica, podría llegar a ser exportadora neta de productos derivados de la madera si se pusiesen en explotación unos seis millones de hectáreas adicionales de alta productividad.
2. La cuestión no es que la CEE nos atribuya el peligroso papel de productores de madera, sino que el déficit comunitario de productos fabricados con esta materia prima renovable (segunda importación en la CEE, tras el petróleo) permitiría a España producir aquello de lo que se carece en Europa, y lo que sobra.
3. Considerar la repoblación forestal como "uso esquilmante" del suelo es, cuando menos, pintoresco. El suelo español ha sido esquilmado y erosionado hasta límites desconocidos en todo el continente, precisamente por las roturaciones indiscriminadas de terrenos forestales y por la destrucción histórica de la cubierta vegetal.
4. "Un uso racional de nuestros recursos naturales" aconseja precisamente reducir la superficie agrícola a los terrenos de buena rentabilidad, y devolver al bosque aquellos suelos que requiera para contener la erosión y para produ cir riqueza y trabajo. No se olvide que un empleo forestal produce de cinco a diez empleos en la indus tria derivada.
5. Si bien es cierto que la contribución forestal a la producción final agraria es baja, ello se debe a que la madera tan sólo tiene uso económico y social, una vez que ha sido elaborada. A diferencia de la agricultura y la ganadería, en las que el valor añadido del sector pri mario es superior al que aportá la elaboración industrial, en el caso de la madera sucede lo contrario. De ahí que no pueda desvincularse ninguno de los eslabones de la ca dena bosques-madera-industria. El bosque produce en España más de tres cuartos de billón de pesetas anuales y da empleo a 300.000 personas.
6. La repoblación con especies de crecimiento rápido (recomendada, por otra parte, por los expertos comunitarios) se debe no ya a un problema de rentabilidad económica, sino fundamentalmente a que, hoy por hoy, la degradación del suelo español ha llegado a tal extremo que difícilmente permite el crecimiento de especies nobles. Para que ello suceda (y téngase en cuenta que la madera generada por estas últimas especies tiene muchísimo más valor económico que la de crecimiento rápido), es preciso reinvertir el ciclo. Y ello se consigue precisamente con la repoblación a base de es pecies de crecimiento rápido.
7. Por último, difícilmente conseguirá frenarse la destrucción de nuestros bosques, sobre todo mediante los incendios, si se estimula el uso del suelo para otras explotaciones y no se protege adecuadamente al propietario forestal.
Asociación para el Progreso Forestal.
