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Las relaciones

El ambiente de la selección no lo determina la diferencia de pertenecer a la elite o no. Las relaciones entre los atletas se establecen por especialidades. Los lanzadores forman grupo aparte; los fondistas, generalmente, también. En el resto de las pruebas, los atletas se mezclan, sin tener en cuenta su categoría. La compañía se busca entre los que habitualmente coinciden a diario en los entrenamientos

Los atletas suelen ser introvertidos. Por eso se muestran reacios a intentar profundizar sus amistades con quienes consideran solamente compañeros. Es normal que un atleta de élite comparta la habitación con otro que sea promesa, y se alegre sinceramente de sus triunfos, siempre y cuando se entrenen juntos.

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Esta primera condición que ha de darse, la de los entrenamientos compartidos, propicia que en la selección se establezcan claras diferencias por razones geográficas. Los catalanes, por un lado; los madrileños, por otro. Y en medio, en un grupo de nadie, los demás. Las preferencias de éstos acaban inclinándose por el grupo al que pertenezca el atleta con el que más número de veces se coincida en viajes al extranjero para participar en las reuniones veraniegas.

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