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España jugará contra Checoslovaquía en las semifinales del Europeo

Luis Gómez

Checoslovaquia ha repetido la mayor hazaña de su historia en los campeonatos de Europa: entrar en las semifinales. Ya lo consiguió en 1981 y ayer, contra todo pronóstico, derrotó a Yugoslavia. La cara de alguno de los miembros de la mesa de anotadores denunciaba las consecuencias de lo que estaba pasando, pues otro de los favoritos no alcanzaba las semifinales. España, por tanto, resulta la principal beneficiada de esta sorpresa.Los jugadores de Díaz Miguel tendrán que desconcentrarse, a marchas forzadas, de Drazen Petrovic. Era la última oportunidad que tenían en esta temporada para poder darle una lección y se han quedado con las ganas. La presencia de Checoslovaquia convierte a la selección española en clara favorita para estar en la final. Ambos equipos se enfrentarán mañana, viernes, a las 18.00 horas, antes de la otra semifinal, URSS-Italia. Quiere ello decir que la medalla de plata está cada vez más cerca, aunque los jugadores españoles piensan que ya es el momento para intentar el oro. Y el Banco Exterior les ha comentado una pequeña subida en las primas según el metal de la medalla: 50.000 pesetas para el bronce, 75.000 para la plata y 100.000 para el oro. Ganar la final significaría una prima cercana a los dos millones de pesetas por jugador.

La victoria de Checoslovaquia no fue tan sorprendente si se atiende al desarrollo del encuentro. Desde el minuto tres Checoslovaquia alcanzó ventaja y no volvió a perder el mando del marcador en ningún momento. Sólo a falta de 3.33 minutos Yugoslavia, en una presión desesperada, empataba a 84.

Checoslovaquia basó su victoria en una cierta superioridad del rebote y en el tiro acertado de varios de sus jugadores. En los primeros minutos logré alcanzar hasta una ventaja de 13 tantos, favorecida por el relajamiento defensivo yugoslavo, que permitía un alto acierto a los checoslovacos. Así, de los 17 primeros tiros sólo fallaron tres. Drazen Petrovic, sin estar sometido a un marcaje especialmente estrecho, no desarrollaba la vivacidad habitual de su juego. En la primera parte, incluso, se cargó rápidamente con tres personales y se fue al descanso con cuatro. A pesar de sus 25 tantos finales, terminó la primera parte con sólo seis en su haber. Al descanso se llegó con ventaja checoslovaca de 43-51.

En la reanudación, Yugoslavia tardó mucho tiempo en darse cuenta de que podía perder el partido. Su defensa siguió siendo floja y el dominio del rebote perteneció a Checoslovaquia, un equipo formado por jugadores poco habilidosos., pero disciplinados. Sus pivotes tienen altura, pero están escasos de fuerza, y sus aleros son buenos tiradores, la principal virtud del conjunto, aparte de un buen movimiento del balón en los pases. Con estas armas mantuvieron su ventaja hasta el final.

URSS-ltalia

En el otro encuentro, la URSS derrotó a Bulgaria con facilidad por 104-86, por lo que en las semifinales se enfrentará a Italia.

Los jugadores búlgaros sólo supieron resistir a los soviéticos en el transcurso de la primera parte.

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