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BALONCESTO

Primera victoria de los Celtics en la final de la NBA

Los Celtics de Boston derrotaron a los Lakers de Los Ángeles por 148-114 en el primer encuentro de la final de la Liga profesional norteamericana de baloncesto (NBA), que se disputa al mejor de siete partidos. Su victoria fue sorprendentemente amplia, de tal forma que los Celtics batieron, con sus 148 puntos, el récord de anotación en una final, que databa de 1965. Los Celtics hicieron un juego casi perfecto y llegaron a tener una ventaja de 37 puntos. El marcador de la final se coloca en 1-0.

La victoria de los Celtics se vio venir desde el primer período, cuando Danny Ainge, un alero de 1,95 metros, consiguió 15 de los 19 puntos que hizo en todo el partido. Los Celtics conseguían parar el juego rápido de los Lakers e imponían su juego de conjunto y su mayor acierto en el tiro. Ya en el primer tiempo -un partido consta de cuatro-, la ventaja era de 38-24. Al acierto de Ainge le reemplazó la magnífica labor de otro alero, Wedman, un hombre que estaba como reserva en los últimos encuentros, quien hizo una serie de 11 tiros sin fallar, de los cuales cuatro eran de tres puntos. Impuso una nueva marca en este sentido. Los Celtics jugaban demasiado bien, por lo que no necesitaban de una brillante actuación de su gran estrella, Larry Bird. En el segundo período, la ventaja era abrumadora: 79-49. Los Lakers no pudieron ya reformar la marcha del partido.

Los Celtics basaron su juego en la defensa y en el acierto de sus tiradores. Diez de sus primeros 11 tiros entraron en la canasta. El balance global fue de un 61%, muy alto para la Liga profesional. Tuvieron a seis jugadores con más de 10 puntos: Ainge (19), Bird (19), Johnson (13), Parish (18), McHale (26) y Wedman (26). Dominaron a los Lakers en rebotes por 48 a 35, cuando los Lakers tienen mayor altura media. Los Lakers presentaron un balance desastroso, con sólo dos jugadores con más de 10 puntos: Magic Johnson (19) y Worthy (20). Hicieron un 40%, de acierto en el tiro.

Abdul Jabbar, fatal

Abdul Jabbar, con los Lakers, cuajó uno de sus peores partidos. Los Celtics lograron pararle, como a todos sus compañeros, porque supieron ralentizar el juego rápido de sus rivales, basado en el contraataque, el que apenas pudieron poner en práctica. Fue un encuentro, perfecto de los bostonianos.

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