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El Banco de España exige mayor dotacion para pensiones y reservas

Cuarenta cajas de ahorros tenían, al cierre del ejercicio de 1984, un coeficiente de garantía inferior a la media del sector; 30 cajas, entre las que se encontraban algunas de las anteriores, presentarían problemas graves a medio plazo si tuvieran que hacer frente al pago del complemento de pensiones a que están obligadas con sus trabajadores en el momento de su jubilación.Las advertencias, globales y concretas, de las autoridades monetarias no se han hecho esperar.

Exigencias de dotar el fondo de pensiones con cantidades mínimas y reuniones para estudiar los resultados de explotación del ejecicio pasado, además de reconvenciones globales pronunciadas por altos responsables del Banco de España, son lo que destaca.

El conjunto de las cajas de ahorro, un total de 79 entidades que componen un tercio del sistema financiero, está en estos momentos en mejor situación general que el resto del sistema financiero. Pero, a medio plazo, las perspectivas son peores si no se pone remedio de inmediato.Esto es, al menos, lo que se piensa en el Banco de España. En opinión de algunos técnicos del banco emisor, encargado también del control de las entidades financieras, las cajas de ahorro están hoy como los bancos en 1974, cuando empezaron a dejarse sentir los primeros síntomas de que el sector bancario podía abocarse a una grave crisis.

Uno de los problemas que se les puede plantear a medio plazo a las cajas de ahorro son sus obligaciones contractuales con los trabajadores que se van jubilando. Las cajas de ahorro garantizan, por convenio, a sus empleados que en el momento de su ¡ubilación cobrarán un complemento de su pensión -hasta el ciento por ciento del salario real actualizado cada año- a cargo de la propia caja de ahorros. Los bancos, que también tenían esta cláusula en convenio, lograron zafársela en 1980, aunque la conservan para los trabajadores de antigüedad anterior a esa fecha.

Necesidades de fondos

A finales del pasado año el subgobernador del Banco de España dirigió una carta a todas las instituciones financieras para que hicieran estudios actuariales que expresaran sus necesidades de fondos con los que hacer frente a estas prestaciones de pensiones.

Los resultados no fueron demasiado buenos. En los bancos podría haber problemas en el marco de 10 o 12 años si no se tomaban medidas antes. En las cajas el período se acortaba; en cinco o seis años podían plantearse problemas importantes si no se empezaban a dotar los fondos especiales para hacer frente a las obligaciones de pagar los complementos de pensiones.

Una treintena de cajas de ahorro, que no tenían constituido hasta ahora ningún fondo especial de este tipo, fueron llamadas a capítulo por el Banco de España. Con cargo al ejercicio de 1984 deberían destinar el 10% de su margen de explotación a la constitución de dicho fondo. En el mes de marzo, dos meses después de la primera advertencia, fueron requeridas de nuevo más de una docena de cajas para que reflejaran en sus balances la constitución de fondos de pensiones con cantidades mínimas.

La próxima entrada en vigor del nuevo coeficiente de garantía, relación entre recursos propios y activos que deben cumplir las entidades financieras, va a suponer un fuerte esfuerzo a una buena parte de las cajas de ahorro. De las 79 entidades existentes, 40 de ellas tienen un coeficiente de garantía por debajo de la media del sector. Ello quiere decir que es bajo y que tendrán que dotar una mayor parte de su excedente a reservas para colocarse en línea con el margen legal.

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