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Los vecinos de Sacedón se manifiestan ante la Guardia Civil para exigir, justicia por la muerte de Juan Carlos Benito

Cerca de 3.000 personas, vecinos de Sacedón y pueblos limítrofes, asistieron a los funerales del joven Juan Carlos Benito Gardiaga, de 21 años, muerto en la madrugada del pasado martes en Auñón (Guadalajara) por un disparo realizado por el cabo primero de la Guardia Civil Jesús Gómez Moreno, destinado en el puesto de esta última localidad. El Juzgado de Instrucción número 2 de Guadalajara ha ordenado la prisión preventiva, comunicada y sin fianza del guardia civil. Tras el sepelio, los vecinos se manifestaron ante los cuarteles de la Guardia Civil en Sacedón y Auñón para pedir justicia.

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El fallecido fue alcanzado por una bala cuando buscaba caracoles en compañía de sus amigos Manuel Nuevo Martínez y Santiago Martínez Garrido.El funeral por el joven se celebró en la iglesia de Sacedón, de donde Juan Carlos Benito era natural y vecino, que se encontraba atestada de público. El sacerdote pronunció una homilía en la que destacó las cualidades humanas del fallecido. Amigos de éste comentaron el carácter afable y simpático de Juan Carlos: "Siempre iba riendo".

Terminado el funeral, familiares y amigos del fallecido portaron a hombros el féretro hasta el cementerio, que se encuentra a las afueras del pueblo. Un gentío que formaba una cola de más de 300 metros siguió al cortejo fúnebre en silencio o llorando. La anciana madre de Juan Carlos, Nicanora, sufrió un ataque de nervios y cayó al suelo, por lo que fue retirada del cementerio por sus familiares, mientras gritaba: "¡Hijo mío, hijo mío, si cuando te cogieron todavía tenías dos caracoles en la mano!". El padre del fallecido, con gran excitación, se lamentaba: "Mi Carlos no ha muerto. A mi Carlos lo ha matado un guardia civil".

Entre la multitud se encontraban los dos amigos que estuvieron con Juan Carlos buscando caracoles, quienes reiteraron a este diario que el guardia civil disparó sin haber dado el alto.

Terminado el entierro, los amigos de Juan Carlos convocaron al vecindario en la plaza de Sacedón para guardar l5minutos de silencio. Este acto se retrasó al encontrarse con el Ayuntamiento cerrado. Los vecinos del pueblo buscaban una llave para entrar, que finalmente encontraron, aunque la espera sirvió para encrespar los ánimos contra el alcalde de Sacedón, el aliancista Carlos Bronchalo.

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Finalmente, los amigos y familiares salieron al balcón del Ayuntamiento portando pancartas con los siguientes textos: "Sacedón, de luto por un asesinato", "¿Dónde radica la inseguridad ciudadana?" "Queremos que se haga justicia". Tras 15 minutos de un impresionante silencio, los varios miles de personas que se agolpaban en la plaza prorrumpieron en una cerrada ovación, y se leyó un comunicado en el que se califica lo sucedido como "brutal asesinato, pues sin ningún tipo de aviso se ametralló a un grupo de amigos que recogían caracoles". Se añade que "el pueblo muestra su indignación ante este acto de terrorismo", y termina pidiendo medidas para que no vuelvan a ocurrir sucesos de esta índole. Fuentes del Gobierno Civil informaron que el cabo Gómez Moreno se encontraba ayer arrestado en la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara.

Los congregados en la plaza bajaron a continuación hasta el cuartelillo de la Guardia Civil dando gritos contra el alcalde, a quien pidieron la dimisión, y reclamando justicia. En la entrada del cuartelillo, que tenía cerradas puertas y ventanas, gritaron nuevamente: "Asesino, borracho" y "Queremos explicaciones".

A primeras horas de la tarde, unos 150 coches se trasladaron hasta Auñón, en cuyo término se produjeron los hechos. Unas 700 personas se dirigieron a la casa-cuartel de la Guardia Civil, que también tenía cerradas puertas y ventanas. Allí se repitieron los mismos gritos, viviéndose los momentos de máxima tensión.

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