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Gente

Ronald Reagan

apareció el martes pasado en todos los periódicos de Estados Unidos besando a una niña supuestamente nicaragüense, pero la pequeña, Patricia Guerra, de 8 años, ha resultado ser estadounidense. El equívoco surgió en un fervoroso acto antisandinista al que asistió el presidente de los Estados Unidos para inaugurar la campaña de recaudación de fondos a favor de los contras. La oportuna presencia de Patricia para entregar al presidente de Estados Unidos un cuadro "en nombre de los niños refugiados nicaragüenses", originó esa melodramática imagen de Reagan besando a la pequeña víctima; una instantánea que la Casa Blanca consideró más que idónea para que la política recaudadora de fondos fuera todo un éxito. Ha sido la madre de Patricia, Thelma Guerra, quien ha explicado que ella y su marido, empleado en el banco interamericano de desarrollo, viven tranquila y cómodamente desde hace 15 años en Washington, donde nació la pequeña.

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