"Se escuchó una explosión y todo se quedó a oscuras", dicen los heridos
"Pensé que un avión había chocado con el techo del restaurante, porque la explosión fue progresiva y se derrumbó el techo. Nos quedamos a oscuras y sólo se escuchaban los gritos de la gente. No creo que transcurrieran más de tres segundos".De esta forma relató el derrumbamiento del restaurante El Descanso uno de los heridos leves poco después de ser dado de alta en el Hospital Provincial.
"Algunos heridos fueron evacuados en vehículos particulares de los clientes que pudieron abandonar los comedores del restaurante", afirmó la misma persona. Los primeros auxilios llegaron gracias a un vehículo de la Cruz Roja que ocasionalmente circulaba por la carretera de Barcelona y cuyo conductor utilizó la radio para llamar a la policía y a los equipos sanitarios.
Un cocinero del restaurante El Descanso, que no quiso dar su nombre, aseguró minutos después del siniestro que "todo se quedó a oscuras y la mayor parte de los heridos salieron por la parte trasera del edificio, puesto que la parte frontal quedó completamente destruida".
Este empleado desmintió que la explosión se hubiese producido en las cocinas del establecimiento porque "en tal caso, nosotros estaríamos muertos", explicó. "Saqué a tres personas que se encontraban malheridas, entre ellas un niño. Luego me tuve que marchar, ya no podía más", afirmó entre lágrimas.
José Luis García Jiménez, conductor del Motel Avión, muy próximo al lugar del siniestro, manifestó que la explosión fue "seca y fuerte".
La onda expansiva de la explosión, según José Luis García Jiménez, "provocó el derrumbamiento del techo, que cayó sobre la parte del restaurante donde se encontraba la barra, llena de público que esperaba mesa para sentarse a cenar". El conductor del motel indicó que el local, que es frecuentado con asiduidad por norteamericanos destinados en la vecina base de Torrejón de Ardoz, estaba lleno.
"Vimos la luz"
Una mujer que cenaba en el local en compañía de su familia declaró que vio un fogonazo y escuchó un ruido muy fuerte. Luego se derrumbó el techo. "Quedamos sumidos en la oscuridad y llenos de polvo", añadió.
"De pronto vimos la claridad. Nos pareció que era la luz de la calle y hacia allí nos dirigimos, logrando alcanzar la salida por lo que era, momentos antes, una pared del edificio".
Algunos de los heridos que fueron dados de alta en los distintos centros sanitarios a que habían sido enviados estaban cubiertos de polvo y llenos de magulladoras en el cuerpo.
En los vestidos todavía se apreciaban restos de sangre y sus rostros reflejaban el pánico.
Numerosas personas que habían escuchado las primeras noticas sobre el suceso por las diversas emisoras de radio recorrían los centros sanitarios en busca de sus familiares.
