Los dos estadounidenses expulsados de España espiaban el sistema de comunicaciones secretas de la Moncloa

El segundo secretario de la sección política de la Embajada norteamericana en Madrid, Denis MacMahan, y Johnny F. Massey, adscrito al servicio de la embajada y que también figura como perteneciente al servicio civil de la base de Torrejón de Ardoz, fueron expulsados por el Gobierno español al descubrirles en la tarde del pasado 28 de enero. Los servicios de seguridad de la Moncloa los vieron cuando realizaban fotografías de las antenas de los sistemas de comunicaciones secretas del Estado, según ha podido confirmar este periódico en fuentes diplomáticas y del Ministerio del Interior.

Los dos norteamericanos, con status diplomático, fueron detenidos en el edificio del Museo de Reconstrucción y Restauraciones Artísticas, próximo al complejo de la Moncloa, desde donde tomaban fotografías de las antenas de comunicaciones de la Presidencia del Gobierno.Los dos norteamericanos fueron descubiertos por miembros de la Jefatura de Seguridad de la Presidencia que mantienen un servicio en los alrededores del complejo presidencial.

Los dos norteamericanos fueron retenidos por los servicios de seguridad de la Moncloa y pudo conocerse que ambos pretendían obtener a través de las ampliaciones de las fotografías de las antenas conseguir la frecuencia, dirección y potencia del sistema de trasmisiones del Estado con el fin detectar las conversaciones de la Presidencia con el resto de los organismos oficiales, incluso los servicios de inteligencia e información españoles así como la posibilidad de interferirlos.

Los dos detenidos dijeron en su defensa que eran aficionados a la fotografía y negaron su relación con estas actividades. Los servicios de seguridad de la Moncloa informaron del hecho al servicio de contraespionaje del CESID (Centro Superior de Información de la Defensa) y al Ministerio de Asuntos Exteriores. Asimismo enviaron un informe completo del incidente al secretario del Presidente del Gobierno, Julio Feo.

Inmediatamente comenzaron las gestiones para la solicitar la expulsión de los dos ciudadanos norteamericanos que fueron aceptadas por la Embajada de Estados Unidos en Madrid.

Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron que los dos ciudadanos norteamericanos fueron expulsados inmediatamente de España, aunque se desconoce la fecha exacta de su salida de Madrid.

"La noticia responde en su esencia a algo que ha ocurrido", afirmó ayer el presidente del Gobierno español, Felipe González, durante la conferencia de prensa que ofreció ayer en el palacio de la Moncloa tras el encuentro que celebró con su homólogo italiano Bettino Craxi.

Esta era la única confirmación oficial que se tuvo ayer de la expulsión de los dos supuestos espías estadounidenses. Tanto la Embajada de Estados Unidos en Madrid como el Ministerio español de Asuntos Exteriores mantuvieron ayer un completo mutismo y se negaron a hacer el más mínimo comentario sobre el caso.

Felipe González añadió que se pidió la marcha de estos dos diplomáticos "por desempeñar actividades que no se ajustaban a su status diplomático" y posteriormente se cumplimentó esta petición.

El presidente del Gobierno español hizo estas declaraciones después de afirmar que "es costumbre del Gobierno español tratar con discreccioón estos temas y en este caso se ha seguido el mismo criterio que en otras ocasiones".

Por otra parte, periodistas estadounidenses han relatado que cuando en días pasados telefonearon ala Embajada norteamericana y preguntaron por Denis MacMahan, se les respondió que había enfermado y había sido evacuado urgentemente a su país.

Sin comentarios

El portavoz del Ministerio del Interior manifestó ayer a este periódico que el departamento no tenía ningún comentario que hacer sobre el caso. En el mismo sentido se expresó ayer un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre la expulsión de los dos diplomáticos norteamericanos.

Tampoco precisó si el departamento dará una nota oficial sobre el incidente. En medios oficiales consultados por este periódico se considera como "muy grave el caso".

La Embajada norteamericana en Madrid también se negó a facilitar cualquier declaración sobre los sucedido.

El servicio de seguridad de la Moncloa, que actualmente dirige el comisario Manuel Céspedes, amplió los dispositivos exteriores al complejo presidencial dada su posible vulnerabilidad.

Estos servicios de seguridadd exteriores se ampliaron notablemente desde que el 21 de febrero de 1980 ETA Político-militar lanzara una granada al complejo presidencial a alrededor de cien metros del despacho de Adolfo Suárez.

La granada fue lanzada precisamente desde el edificio del Museo de Reconstrucción y Restauraciones Artísticas, justamente el mismo en que fueron detenidos los dos ciudadanos norteamericanos expulsados.

Justamente la detención de los los norteamericanos fue realizada por un grupo del servicio se seguridad de la Moncloa que mantiene un dispositivo exterior exclusivamente dedicado a interceptar posibles atentados o espionaje desde fuera del complejo.

El probable cambio de la sede de la Presidencia del Gobierno, que fue estudiado por el propio Felipe González, fue desestimado por los servicios de seguridad de la Moncloa puesto que, a pesar de la vulnerabilidad exterior, el palacio de la Moncloa ofrece mayores ventajas para controlar sus alrededores.