El Gobierno regional desalojará a familias gitanas que ocupan locales vacíos en Alcalá de Henares

Brigadas de obreros enviados por el Instituto de la Vivienda de Madrid, organismo dependiente de la Comunidad Autónoma, se ocupan desde hace una semana de desmantelar el cerramiento de ladrillo de 102 locales comerciales del polígono Puerta de Madrid, en Alcalá de Henares. Otros 23 locales vacíos han sido ocupados por familias gitanas, llegadas desde diversos puntos de la geografía española, pero también estos locales tendrán que quedar diáfanos, tras la demolición de los tabiques de cerramiento y previo desalojo de las familias ocupantes. Esta operación, según las autoridades locales, puede dar origen a problemas de orden público.En el polígono Puerta de Madrid, de promoción oficial, existen 212 locales comerciales, todos ellos en los bajos de los bloques de viviendas. "Un número excesivo para las necesidades comerciales de la barriada, por lo que sólo se adjudicaron 87 a otros tantos comerciantes. Los 125 locales restantes permanecen sin ocupar y fueron tabicados para proteger los elementos de las instalaciones de las viviendas, como tuberías de desagüe, acometidas de luz, etcétera, que discurren por el techo de los locales", explicó ayer un portavoz del Instituto de la Vivienda.

El Ayuntamiento de Alcalá informó al Instituto que, desde el pasado mes de noviembre, se había detectado una invasión de los locales comerciales por parte de familias gitanas procedentes de diversos puntos de la geografía del país, que ocuparon 23 locales y los habilitaron como viviendas.

Simultáneamente a la ocupación de los locales, las autoridades municipales advirtieron que se estaban produciendo destrozos y robos en las instalaciones de los locales todavía vacíos, lo que ha creado alarma entre el vecindario. El próximo 30 de enero ha sido convocada una asamblea de vecinos para discutir la situación y pedir a las autoridades las medidas que se consideren oportunas.

Las autoridades ministeriales concibieron en su día el proyecto de habilitar los locales no vendidos como viviendas de urgencia para acoger a familias necesitadas o núcleos de chabolistas que aún subsisten en Madrid. Sin embargo, el proyecto tuvo que ser desestimado porque la estructura arquitectónica de los locales y su reducido tamaño -en relación con el espacio mínimo exigible para una vivienda- no los hacían aptos para esta finalidad.

Fuentes del instituto declararon ayer que ya se ha realizado una primera inspección y se han abierto expedientes, de los que se deduce que los ocupantes de los locales deberán ser desalojados, aunque, para ganar tiempo y atajar los destrozos producidos en los no ocupados, se haya comenzado por derribar los tabiques de estos últimos, trabajo que se completará en los próximos días para proteger las instalaciones.