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Miles de agricultores exigieron en Valladolid financiación oficial para los excedentes de remolacha

Alrededor de 7.000 agricultores (12.000 según los organizadores y 5.000 en base a datos de la Policía Municipal vallisoletana) se manifestaron ayer en Valladolid para protestar por la no aportación económica de la Administración en la financiación de los excedentes de remolacha y para pedir que se cambie el decreto trianual que regula este producto y se frene la producción y el consumo nacional de isoglucosa, cuya penetración en el mercado está desplazando al azúcar.

La marcha fue convocada por las organizaciones agrarias UFADE, Jóvenes Agricultores, SNGAG y Confederación de Remolacheros, mientras que las asociaciones de corte izquierdista FTT y COAG no la apoyaron por entender que tenía un marcado carácter político y que las reivindicaciones de los organizadores se pueden defender mejor en las mesas de negociación, que aún están abiertas. Portavoces de estas entidades calificaron la marcha como maniobra propagandística de la derecha agraria y fuego de artificio para ocultar la incapacidad de los convocantes de llegar a acuerdos negociados racionales que supongan la profesionalización del sector. Representantes de UFADE, SNGAG, Jóvenes Agricultores y Confederación de Remolacheros han negado todas estas acusaciones y han puesto el acento en la necesidad de que la Administración aporte dinero, junto al propio sector agrario y al industrial, para financiar los excedentes de remolacha, que valoran en 3.000 millones de pesetas. Piden, además, que el decreto trianual no salga tal y como está redactado, "porque supondría una reducción del 20% en la superficie de un cultivo social y que da trabajo a miles de familias", y quieren que la Administración publique cuanto antes una normativa que limite la producción de isoglucosa.

Si no se dan estas tres condiciones, las citadas organizaciones agrarias no volverán a la mesa de negociaciones, que abandonaron el pasado miércoles. Los detractores de estas medidas han hecho notar que las cuatro asociaciones habían convocado la manifestación antes de acudir a la mesa de conversaciones, "por lo que tenían que romper la negociación fuera como fuera para justificar la protesta".

La marcha se inició a mediodía y finalizó una hora más tarde frente al Gobierno Civil de Valladolid. Los presidentes de las organizaciones convocantes intervinieron para pedir la unidad del campo y ratificar su intención de continuar con las medidas de presión si el Ministerio de Agricultura no hacía caso a sus peticiones. Algunos sectores, según señalaron a EL PAÍS, no vieron con buenos ojos la intervención de Francisco Senovilla, presidente de UFADE, por ser, además, procurador por el Grupo Popular en las Cortes de Castilla y León. "Habíamos quedado", dijeron, "en que nadie con vinculaciones políticas concretas hablase, para evitar que nos acusaran de politizar algo que es, y tiene que quedar muy claro, meramente profesional".

Al finalizar la marcha, que discurrió sin incidentes y entre canciones, consignas e insultos dirigidos a los ministros de Economía y de Agricultura y al consejero de Agricultura de la Junta de Castilla y León, el secretario general de Jóvenes Agricultores, Felipe González de Canales, anunció que las entidades convocantes habían adoptado allí mismo el acuerdo de no volver a la mesa de negociaciones si no se garantizaban tres puntos: negociar la contingentación de la isoglucosa a la producción de hace dos años; conocer la aportación de la Administración para pagar, junto a remolacheros e industriales, la remolacha no amparada por contrato, y revisar el decreto trianual fijando la cuota de producción de remolacha en el nivel de 1980-1981.

Fuentes ministeriales señalaron que dentro de pocos días saldrá un decreto regulando la producción de isoglucosa -"problema que el Gobierno socialista no ha creado, sino que se halló con él y fue el primero en poner sobre la mesa"-, y que para las otras peticiones está abierta una mesa de negociaciones "de las que estas organizaciones agrarias se han levantado a medias porque quieren hacer el doble juego de decir a los agricultores que se han ido ya que el Gobierno no negocia, pero a la vez están recogiendo las nuevas propuestas para su estudio".

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