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Consumidores desprotegidos

, La Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), dependiente del Ayuntamiento de Madrid, y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han coincidido en señalar que es muy dificil que E. M. pueda recuperar su dinero. Casilda Méndez, abogada de la OCU, afirma que el ambiente de discreción que rodea a este tipo de negocios hace que la posición de los consumidores respecto a posibles reclamaciones sea muy débil. "Es el primer caso que nos llega de este tipo", añadió la abogada. "Si tuviéramos constancia de otros, podríamos pensar en interponer una d emandajudicial, aunque sólo fuei-a por la concurrencia de reclamaciones similares'."En cuanto a este caso concreto", explica la abogada, "no contamos con ningún documento con el membrete de la empresa, ni un recibo por la cantidad presuntamente abonada, que pudiera servir de base para la presentación de una querella. Ni siquiera podemos demostrar claramente que haya habido una relación entre el denunciante y la empresa, puesto que en la ficha sólo consta un seudónimo. En cualquier caso, es muy posible que presentemos un requerimiento ante el Instituto Nacional del Consumo u otro organismo con competencias sobre derechos del consumidor, a fin de que tomen cartas en el asunto".

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El 'contacto' imposible

Un portavoz de la OMIC expresó su opinión sobre el caso casi con las mismas palabras que la abogada de la OCU. La citada fuente manifestó su opinión de que, en el fondo, sigue latiendo un problema de ignorancia del consumidor sobre los derechos que le asisten. "Nadie debe pagar una cantidad de dinero por un servicio, cualquiera que éste sea, sin exigir el correspondiente recibo".

Por su parte, un portavoz de la Inspección de la Delegación de Hacienda en Madrid declaró que las agencias de contactos son negocios empresariales como cualquier otro, desde el momento en que prestan un servicio a sus hipotéticos clientes y cobran por el mismo. "Sin metemos en asuntos de moralidad, que no nos conciernen en absoluto, y abordando el asunto desde un punto de vista estrictamente fiscal, la inspección está indagando en este campo, pero no porque nos merezca una atención especial, sino en el marco de la lucha contra la economía sumergida. Nos da la impresión de que muchas de esas agencias no tienen cubiertos los mínimos requisitos legales".

"Una agencia de contactos", afirmó el funcionario de la Inspección de Hacienda, "tiene que estar inscrita en el Registro de Sociedades y hacer frente a sus deberes fiscales, pagar lo que le corresponda por el impuesto sobre el tráfico de empresas (ITE), así como la licencia de apertura al ayuntamiento e impuesto de radicación, por citar algunos ejemplos".

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