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Eurocopa de fútbol

La selección espanola teme una encerrona en París

Pablo Porta, presidente de la Federación Española de Fútbol; Miguel Muñoz, seleccionador español, y la totalidad de los seleccionados que consiguieron, el pasado domingo, su clasificación para la final de la Eurocopa de Naciones, que se disputará mañana (20.00 horas, TV-1) en el Príncipes de los Príncipes de París, temen una encerrona; fundamentalmente, después del arbitraje realizado por el colegiado británico George Courtney, que mostró tarjetas amarillas -descartándolos para la cita decisiva- a Maceda y Gordillo. El carácter débil del checoslovaco Vojtek Christov, árbitro de la final, podría facilitar, según la opinión de varios jugadores españoles, la labor de la selección francesa, que contará, además, con el apoyo de más de 50.000 espectadores. Todos coinciden en señalar que el arbitraje de Courtney perjudicó también sensiblemente a Dinamarca, que, en caso de haberse clasificado, no hubiera podido alinear ante Francia a Klaus Berggreen -implacable marcador de Michel Platini en el partido inaugural- y Jesper Olsen, el mejor reserva.

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"Anoche", comentó lacónicamente Porta, una vez concluido el partido de Lyon, "vi al mejor jugador de Francia, que no entiendo cómo no juega siempre con la selección. Fue ese árbitro británico. Ha sacado ocho tarjetas amarillas y una roja. Me parece poco serio. Incluso me da la impresión de que, antes de salir al campo, s e había informado para saber qué jugadores tenían ya tarjeta. Se las sabía de memoria. Y que conste que no lo digo sólo por España. A Dinamarca también la castigó injustamente". El presidente de la federación se lamentó de que "ahora que estábamos en excelente condición, con una sensacional progresión, nos sancionan a nuestro goleador, Maceda, y nos privan de nuestro galgo, Gordillo. Suerte que todavía hemos podido salvar a Víctor, pues ya temía lo peor"."Con premeditación"

La opinión de Porta es general. "El árbitro", apuntó Miguel Muñoz, "me ha dado la impresión de actuar con premeditación. Han existido coincidencias muy raras.

Ha castigado a jugadores claves de los dos equipos". Cuando se le preguntó si estaba seguro de que el árbitro de la final sería imparcial, dijo que "muy seguro, muy seguro, no estoy de que sea imparcial. Pero esperemos que aplique el reglamento por igual a todos; repito, a todos". Todos destacan la enorme injusticia que representaba para las siete selecciones que viajaron a Francia iniciar la Eurocopa con tarjetas acumuladas en una fase clasificatoria que Francia no había tenido necesidad de disputar. Asimismo, comentan que en el Francia-Portugal, de Marsella, "Fernández y Le Roux no fueron, precisamente, unos angelitos y, sin embargo, no pasó nada. Y Platini y Tigana, por otra parte, se pasaron el partido protestando y fingiendo faltas, pero Paolo Bérgamo, el árbitro italiano no les sancionó". Otra crítica señala que "en el Dinamarca-Bélgica hubo muchas patadas, incluso violencia, y todo acabó con tan sólo dos tarjetas amarillas".

Maceda y Gordillo, los descartados, tampoco se muerden la lengua. "Este hombre ha protagonizado una persecución injusta a los dos equipos con el fin de que, pasara el que pasara, beneficiar descaradamente a Francia. A mí, por ejemplo, me ha mostrado tarjeta en una jugada tonta, en un lance en el que no ha pasado nada, en el que no ha habido dureza alguna". El gordo estaba desconsolado. "Hubiese sido lo más importante de mi vida. Durante el primer tiempo nos ha inflado y luego a ellos. A mí me ha enseñado la tarjeta en una jugada en que, estoy seguro, ni siquiera ha visto si yo había dado o no al balón. Era la primera vez que entraba y ya he visto la cartulina".

El mismo criterio comparten los daneses. "Mi tarjeta", dice Berggreen, "fue injusta, ya que, si un lance así la merece, me habrían expulsado 100 veces. en dos años".

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