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gente.

Francisco Caballero,

un anciano residente en el asilo El Buen Pastor, de Córdoba, ha sido objeto de una broma que estuvo a punto de costarle la vida. Un compañero le dijo que era uno de los quinielistas que habían acertado los 14 resultados en la últimajor nada, por lo que había ganado unos 11 millones de pesetas, al tiempo que le enseña ba el boleto. Caballero no pudo contener su alegría, y comenzó a bromear con los demás residentes, explicando en qué iba a gastarse el premio. Pero, tras un rato de alegría, el compañero que le había enseñado el boleto le sorprendió diciéndole que se trataba de un broma, ya que acababa de falsificar la quiniela para tomarle el pelo. Francisco Caballero sufrió tal impacto que hubo de ser atendido urgentemente en la enfermería; afortunadamente, todo quedó en un susto. Quien si acertó el pleno quinielístico fue un tocayo suyo, Francisco el Gallo, residente en la localidad cordobesa de Puente Genil. Francisco está casado y tiene una familia numerosa. Trabajaba en el sector de la construcción y actualmente se encuentra en paro.

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