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El Castilla no pudo golear al Valencia

El Real Madrid está perdiendo el tren de la historia. Su equipo filial, el Castilla, al igual que otros jóvenes, está ya en el postmodernismo; mientras el Valencia, como el Real Madrid, como otros equipos gloriosos, sigue anclado en la postguerra.El Castilla no pudo golear. Se apuntó a última hora un corto triunfo (3-2), pese a los méritos contraidos en la primera parte. Su oponente, el Valencia, cayó en el ridículo en el primer tiempo y plantó cara en el segundo. El Castilla ayer combinó la juventud con la picardía, la profundidad con la rapidez de reflejos para salvar el fuera de juego, la técnica con la velocidad, y borró del campo a un Valencia con los defectos del actual fútbol español, lento, resabiado, y sin soluciones a los problemas que se plantean sobre el césped, es decir, sin inventiva. En el fútbol que está poniendo de moda el Castilla, así como otros equipos modestos. Sobran nombres como Kempes o Botubot y faltan muchos como Martín Vázquez.

En el minuto 2, el Valencia aprovechó su única ocasión de gol en el primer tiempo. En el minuto 3, De las Heras disparó desde el área pequeña a bocajarro y el balón pegó en el pecho de Sempere. En el minuto 4, Martín Vázquez amagó un disparo, metió en profundidad a De las Heras y Sempere volvió a salvar el gol saliendo a los pies. En el minuto 7, Martín Vázquez, solo ante Sempere, falló. En el minuto 12 Martín, Vázquez disparó entre un barufilo y un pie de un defensa desvió a córner. En el minuto 20, Butragueño cabeceó a placer pero un defensa salvó con la rodilla lo que por fin parecía el primer gol del Castilla.En estos, minutos el conjunto de Paquito dio pena. Sin centro del campo, sin puntas, con un Kempes jugando al patadón, unos laterales violentos y un Botubot marrullero, mientras el público les gritaba: "a Segunda, a Segunda". El Castilla era una enciclopedia, de hacer fútbol, con profundidad y claridad de ideas.El público se enamoró de él, pero el árbitro no:). Hasta cinco penaltis exigió una afición entregada al Castilla; pero el árbitro, con buen criterio, no concedió ninguno. El reglamento no distingue a los jugadores por su edad, pese a que un público sentimental a veces lo quisiera. Los jugadores del Castilla son tan buenos que tienen también picardía. Para sí quisieran. algunos extremos de Primera División caerse con tanta verosírnilitud como De las Heras.

El Castilla, entre aquel aluvión de ocasiones de gol se tuvo que conformar con empatar en el minuto 3 1. En el 43 Sanchís evitó el fuera de juego y se metió solo, pero fue zancadilleado antes de llegar al área. En el 44 De las Heras se metió hasta el área pequeña y le falló la puntilla.

El segundo tiempo fue más soso. El técnico del Valencia cortó por lo sano, dejó en los vestuarios al ex matador Kempes y puso a César, quitó a Iglesias y puso a Urruti. El resultado fue un equipo que parecía tal. Corrían, los marcajes eran más férreos y existía una comunicación entre las líneas. Hasta intentaron un ligero pressing sobre la defensa del Castilla.

Inesperadamente, al Valencia se le escapó el partido en los últimos 15 minutos. Bastó el gol de la igualada a dos para que el visitante volviera a ser el del primer tiempo, un equipo encogido y con los papeles extraviados. Después del tercer gol aun el Castilla perdió dos clarísimas ocasiones de aumentar el marcador. Una de Butragueño con el portero batido, y otra en una jugada maestra de Martín Vázquez con centro a Sanchís, que dejó con la cabeza el balón en el punto de penalti, pero Sempere estuvo más listo que Butragueño. El Valencia sólo tuvo dos buenos disparos de Subirats desde fuera del área.

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