Francisco Casero,
secretario general del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), tendrá que actuar de rey mago para repartir un camión lleno de juguetes que le ha enviado el pueblo gaditano de Villamartín con el fin de que sean regalados a los hijos de los jornaleros andaluces. El problema es que siendo muchos los juguetes -con un valor superior al millón de pesetas- son muchos más los posibles destinatarios. Por lo pronto, la comisión del SOC encargada de la distribución, ha elegido a los hijos de los heridos en los sucesos de Puerto Serrano como los primeros que recogerán los reyes de Villamartín,- que los ha recibido procedentes de una colecta rea.lizada en el País Vasco.
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