Sindicatos de 84 países, contra la privatización de los ferrocarriles
El 34 Congreso de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), que desde el pasado día 20 viene celebrándose en Madrid, aprobó ayer una moción contra la privatización de los ferrocarriles. La moción, fue presentada por el Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios del Japón ante la intención del Gobierno de este país por privatizar el transporte ferroviario. El rechazo del Congreso se basa en que una privatización es "incompatible con la función socioeconómica del transporte público".La moción aprobada ayer por el 34 Congreso, partiendo de que "los déficit de los ferrocarriles pueden ser atribuidos a las erróneas decisiones sobre política de transporte de los Gobiernos", asegura que la "privatización de los ferrocarriles es incompatible con la función socioeconómica del transporte público". Y en este aspecto insiste en que si se entregara a manos privadas se pondrían en peligro los puestos de trabajo y las condiciones del personal ferroviario, obstruyendo la consecución de una política general de transportes. La moción termina expresando la preocupación del Congreso por la intención del Gobierno japonés de privatizar el transporte ferroviario y apoyando la lucha de los trabajadores del Japón por impedirlo.
Conjugar diferencias
Una de las mociones que mayor polémica ha levantado ha sido la presentada por Argentina sobre la denominada zona de exclusión marítima impuesta por el Reino Unido en el Atlántico Sur, con motivo de la guerra de Las Malvinas. La moción, que ha sido remitida para su aprobación definitiva al comité de resoluciones, señala que esta exclusión, que comprende un radio de 200 millas marinas, atenta contra la economía argentina y contra el sector de trabajadores dedicados a la pesca, y en consecuencia pide al Congreso "condenar la actitud colonialista de Gran Bretaña y que la ITF se diriga al Gobierno de este país solicitando deje sin efecto la medida cuestionada".Según señalaron algunos (de los congresistas, lo más probable es que el comité apruebe la moción, quitando de la misma la referencia concreta a la "actitud colonialista de la Gran Bretaña". Pero la moción argentina es, en definitiva, una prueba de los diferentes intereses que mueven a los congresistas. En la sesión de ayer, la intervención de un representante norteamericano produjo un cierto malestar en algunos delegados latinoamericanos al observar en el curso de los debates que el Congreso se estaba pronunciando contra las dictaduras de derechas y apenas se hacía referencia a otras de izquierda, citando casos como Cuba, Granada y Nicaragua.
No es por tanto extraño que el Congreso esté realizando un gran esfuerzo por conjugar los intereses de los distintos sindicatos representados. El tema pesquero, que ha copado gran parte de los trabajos, es un buen ejemplo. A juicio de Victoriano Sánchez, secretario general de UGT-Transportes y candidato español a la ejecutiva de ITF, destacó ayer "la labor positiva que se viene realizando a pesar de las diferencias entre los distintos países".
La ITF agrupa a un total de 385 sindicatos, con un total de seis milloñes de afiliados, de 84 países. España está representada a través del sindicato de Transportes de UGT y de ELA-STV. El actual presidente de la ITF, Fritz Prechtel, y el secretario general, Harold Lewis, tienen todas las posibilidades de salir reelegidos en sus cargos. No obstante, existe una candidatura independiente, la del norteamericano Teddy Gleason, portuario de avanzada edad, que se presenta a sí mismo mediante la distribución de sus propios carteles en varios idiomas, chapas con su nombre -"Teddy Gleason for president"- y otros métodos "del más puro sabor americano".
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