El waterpolo, un juego para nadadores
El waterpolo, deporte en el que España ha alcanzado un nivel mundial por la fuerza surgida de Cataluña, es otra especialidad moderna, sin raíces en la antigüedad, de origen británico. Comenzó a practicarse en la segunda mitad del siglo XIX, pero sin reglas ni número fijo de jugadores.Cada equipo consta de siete jugadores. Las piscinas, en las grandes competiciones, deben tener una profundidad mínima de 1,80 metros, la habitual también para natación, por lo que no hace pie ni el portero. Se juega en cuatro tiempos de cinco minutos cada uno, con descansos de dos y se para el reloj en cada interrupción para que sea tiempo real.
Dentro de la gran dificultad que supone el arbitraje en waterpolo, pues es muy complicado ver debajo del agua, existen faltas ordinarias y graves. Estas últimas se castigan con expulsiones de 45 segundos. Tres de un mismo jugador suponen su expulsión, aunque puede ser sustituido. Delante de las porterías existen dos líneas, una a dos metros, llamada de fuera de juego, y otra a cuatro, de penalti.
La táctica en el waterpolo ha evolucionado de la estática inicial, con 2-1-3 (defensas, medio, delanteros) o 2-2-2, porque tras señalarse cualquier falta no se permitía mover a los restantes jugadores, a las dinámicas casi actuales: 1-4-1, por ejemplo, al permitirse el movimiento y aparecer el delantero en punta. Actualmente, el hombre-gol puede ser ya cualquiera aunque siempre se mantienen los especialistas, como la gran figura española, Manuel Estiarte.