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Ruiz-Mateos temía la expropiación de Rumasa desde mayo de 1982

Los propietarios del grupo Rumasa expresaron miedo a la expropiación, por primera vez y por escrito, a finales de 1982, con motivo del triunfo socialista en Andalucía, según han confirmado fuentes de los actuales administradores del grupo. El marco fue un contrato por el que los hermanos Ruiz-Mateos cedieron, gratuitamente, a una sociedad interpuesta creada en las Islas del Canal, uno de los paraísos fiscales británicos, el uso de las marcas de brandy Gran Duque de Alba.Una operación similar se había registrado en 1979 con las marcas de vinos Dry Sack, que venden al año por valor de 1.500 millones de pesetas y cuya red exterior de comercialización está tratando de ser recuperada por José María Ruiz-Mateos.

En nombre de William&Humbert, propietario de la marca Dry Sack, y de Zoilo Ruiz-Mateos, titular de Gran Duque de Alba -ambas empresas poseídas al cien por cien por Rumasa-, firmaron el contrato los hermanos Ruiz-Mateos, como propietarios del holding.

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