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Se acentúan las diferencias ante el primer día de huelga en la banca

Los primeros piquetes informativos de la huelga de banca privada que comienza hoy en toda España, y que se prolongará hasta el próximo 6 de mayo, recorrieron ayer algunas sucursales para tratar de ampliar la respuesta sindical de los mas de 180.000 empleados bancarios hasta el nivel de apoderados. Los clientes, que acudieron durante la mañana de ayer a las ventanillas bancarias para retirar fondos, provocaron algunas aglomeraciones y dificultades en el servicio normal de la banca. Algunos elientes abrieron nuevas cuentas corrientes en cajas de ahorro.Las posiciones, tanto de la patronal como de las centrales sindicales, se mantienen en los mismos niveles de intransigencia y el presidente de la Asociación de la Banca Privada, Rafael Termes, ha rechazado la invitación a un debate público que le hicieran tanto el secretario general de la Federación de Banca de la UGT, Justo Fernández, como Comisiones Obreras. El presidente de la patronal bancaria ha dirigido una carta al dirigente de UGT, Justo Fernández, en la que le pide "no sólo conservar el control de nuestras manifestaciones externas, sino también esforzarnos hasta el final en la búsqueda de soluciones positivas".

Rafael Termes le recuerda que 40 bancos sobre los 99 existentes han presentado pérdidas en 1982 y que "no pueden asumir costes laborales que aceleran el deterioro de su situación y acaben poniendo en peligro su subsistencia". "Es absolutamente imposible salir de la crisis", según el presidente de la AEB, "sin reducir, o por lo menos contener, los costes laborales por unidad producida".

Los sindicatos CC OO y UGT han coincidido en denunciar los intentos de intoxicación en la huelga de banca por parte de grupos minoritarios extremistas o por la propia patronal, mediante la distribución de octavillas sin firma incitando al sabotaje -rotura de máquinas y documentos y otros actos violentos- contra las entidades bancarias. La AEB insiste en que se mantendrá abiertas las oficinas de los bancos durante todo el período de huelga. Los trabajadores de los bancos del expropiado grupo Rumasa no secundarán la huelga y el 80% de los empleados del Banco Exterior protagonizó ayer un paro de dos horas en defensa de las reivindicaciones de su convenio que afecta a 9.000 personas.

Apoyo internacional

Por otra parte, el secretario de Banca de UGT, Justo Fernández, consiguió ayer "un espaldarazo moral" de la Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales (FIET), en sus reivindicaciones frente a la patronal bancaria española, según informa Martín Polanco, desde Ginebra. En la práctica, este apoyo se traduce en una notificación inmediata de la FIET a los 212 sindicatos miembros de la organización advirtiéndoles de la huelga y de las razones del conflicto. Al mismo tiempo, se pide a los siete millones y medios de afiliados a la FIET que "se solidaricen con los trabajadores españoles del sector", lo que podría equivaler a un impedimento real de ciertas operaciones de carácter internacional.

UGT-banca, según manifestó Justo Fernández, está dispuesta a quemar todos los cartuchos hasta lograr la intervención del Gobierno si la patronal no cede. La amenaza que ahora se cierne es no sólo provocar un caos financiero interno, dificultando el cobro de las nóminas de finales de mes, sino, a través de la FIET internacionalizar el conflicto. Otra de sus pretensiones es forzar a la banca a que acepte el cambio.

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