_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Guerra sucia

Los jugadores sevillistas y béticos perdieron los papeles en el partido de Copa jugado en Heliópolis. Los forofos, también. Fue como si de pronto hubieran hecho aparición los odios ancestrales. Béticos y sevillistas no se limitaron esta vez a la guasa. Para el Currobetis, blanco y verde, verde y blanco, fue toda una afrenta morir en la Copa ante el rival de toda la vida. Fue la revancha más soñada por la vieja guardia sevillista que ya estaba harta de tutearse con quien siempre ha sido considerado inferior. El Betis tendrá que anotarse, como fecha aciaga, la del miércoles 23 de febrero en que fue vencido y desarmado en Heliópolis.Quienes vieron el encuentro hablan de una guerra sucia. De una violencia desaforada. Incluso el árbitro tuvo la sensación de que iba a quedarse sólo en el césped. Desgraciadamente, al final del encuentro apareció, con su habitual exaltación, Marcel Domingo, un entrenador que no se merece el Betis. Marcel Domingo ha sido uno de los personajes más conflictivos del fútbol español de los últimos años. Su última experiencia en Francia tampoco resultó afortunada.

Domingo va por la vida de salvador y de estrella, pero no recuerdo que haya salido de ningún club importante por la puerta grande. De las salidas de pata de banco que tenga sólo será responsable el presidente del Betis. La biografía de su entrenador era de sobra conocida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_