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La desconfianza preside el final de año

La última semana del año ha comenzado con una característica bien definida, la desconfianza, que se ha impuesto en el mercado, sin que sirvieran de nada los esfuerzos de la pasada semana por lavarle la cara y presentarlo con el tradicional aspecto que solía tener por estas fechas. La presión de las ventas ha vuelto a aumentar y sus efectos no se han hecho esperar. Con las 96 centésimas que ayer perdía el índice parecen haberse marchado las últimas esperanzas de ofrecer a los asiduos un fin de año con un ambiente distendido.La debilidad del mercado es un hecho y la prueba es que el flujo vendedor, que no era grande, se lleva con demasiada facilidad las ganancias que se acumularon con no poco esfuerzo.

Las eléctricas se vieron afectadas de una manera selectiva, lo que su evolución fue un tanto dispar y así, mientras que el Viesgo, Iberduero y Nansa se apuntaban algunos enteros a su favor, el resto del sector registraba pérdidas de distinta consideración. Al final, el sector perdió 1,27 centésimas, con lo que vuelve a quedar por debajo del 80%. Las ampliaciones de estas compañías continúan sin convencer a nadie - otra tradición perdida- ni siquiera en función de una posible desgravación, que hasta ahora solía tener éxito. El cupón de Sevillana se volvió a pagar a 75 céntimos, mientras que el de Fecsa lo hacía a 1,75 pesetas.

El grupo bancario tuvo también una evolución negativa, con un ligero aumento del saldo por caja de los siete grandes que no se tradujo en mayores recortes, más por los deseos de no alcanzar las cercanías del 200% que por otra cosa. Sólo el Vizcaya tomó más del 50% de su saldo, y esto porque no llegaba a 2.000 títulos; el resto tomaron entre un 20% y un 50%. Central, Hispano y Vizcaya repetían y los demás perdieron entre dos y seis puntos.

Mención aparte merece el grupo de monopolios, encabezado una vez más por Telefónica, que justo el día en que anuncia el pago de dividendos pierde 2,75 enteros. La desconfianza en la evolución del mercado, también ataca a los valores punta que hasta ahora parecían mantenerse al margen.

Las constructoras también se vieron afectadas por las ventas y tres de sus valores más destacados tuvieron que ceder posiciones, siendo el caso más destacado el de Dragados, que de nuevo se acerca a la par.

En Barcelona el ambiente era más sostenido y, en algunos casos, se llegaba al equilibrio entre la oferta y la demanda, con lo que se logró al final que el grupo eléctrico tuviese signo positivo, los bancos retrocedieran poco y el índice general apenas se moviera.

Los sectores que se vieron más afectados por las pérdidas en la sesión de ayer son los que mayor ponderación, tienen en el índice general y, por tanto, los que arrastraron a éste en su caída. De los 171 valores que se contrataron en el mercado madrileño, tan sólo 26 retrocedían, el resto repetía o mejoraba en algo su cotización. La debilidad del mercado se hace patente en los valores más destacados, limitándose los otros a actuar de simples comparsas.

Como dato ¡de signo positivo hay que destacar que ayer, en el mercado secundario de pagarés del Tesoro, se negociaron 687 millones de pesetas, a un interés anual que oscilaba entre el 12,55% y el 15,69%.

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