Rafael Vera, posible director de la Seguridad del Estado

El sábado día 4 de diciembre tendrá lugar en el palacio de la Moncloa el primer Consejo de Ministros bajo la presidencia de Felipe González, que será investido 48 horas antes en el Congreso de los Diputados, según aseguran fuentes de toda solvencia. El orden del día está siendo perfilado detalladamente y entre los asuntos previstos destaca un voluminoso capítulo de nombramientos de Secretarios de Estado, subsecretarios, directores generales, además de algunas disposiciones administrativas y todo ello precedido de una primera declaración al país.Ayer cobraba fuerza el desplazamiento de Alfonso Guerra de la vicepresidencia del Gobierno que en principio se le asignaba y se supo que el candidato socialista para ocupar la dirección de la Seguridad del Estado es Rafael Vera Fernández-Huidobro, actual delegado de los Servicios de Seguridad y Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid.

Parece que en la determinación final del calendario ha sido tenida en cuenta la opinión del presidente del Tribunal Constitucional, Manuel García Pelayo, partidario de que el mensaje del Rey, siempre por encima de los partidos, precediera a la sesión de investidura del nuevo presidente del Gobierno. El orden inverso de estos acontecimientos hubiera podido desplazar el interés y vaciar de significado la comparecencia real, según la estimación de estas autoridades. Para el día 6, quinto aniversario de la promulgación de la Constitución, se prepara una gran conmemoración con asistencia de líderes gubernamentales y políticos del más alto nivel de gran número de países.

Las informaciones de última hora más seguras apuntan con insistencia que Alfonso Guerra, número dos del PSOE, quedará fuera del gabinete ministerial a cuya vicepresidencia parecía indiscutible candidato. Diversos factores parecen haber confluido en la decisión final de que el vicesecretario general de los socialistas permanezca como presidente del grupo parlamentario del Congreso y dedique su actividad básicamente al partido, que en modo alguno quiere desatenderse, máxime en vísperas de las elecciones municipales y regionales previstas para abril.

Aunque se insiste en que la ausencia de Alfonso Guerra del Consejo de Ministros no es resultado de presiones que no se hubieran aceptado, importantes sectores sociales estiman que el hecho contribuirá a reforzar la imagen de moderación que quiere transmitir el nuevo Gobierno. Respecto a los nombres, José Víctor Sevilla parece que cedería su puesto en Seguridad Social a Ernest Lluch. Javier Solana podría ir a Cultura y el preconizado ministro del Interior, José Barrionuevo, cuenta ya para su equipo como director de la Seguridad del Estado con Rafael Vera Fernández-Huidobro, licenciado en marketing y arquitecto técnico de 37 años, con diez años de servicios en el Ayuntamiento de Madrid, donde actualmente ocupa la delegación de los Servicios de Seguridad y Policía Municipal.

En el área de Defensa el nuevo Gobierno pretende actuar con tranquilidad, en opinión de uno de sus más destacados asesores. El mensaje del teniente general Emilio García Conde a los mandos del Ejército del Aire ha tenido una valoración muy positiva por su estricta contención dentro de la doctrina reiterada por el Rey como jefe supremo de las Fuerzas Armadas. Otros silencios han tenido fuerte resonancia por mero contraste. Hay un plan de potenciación del Centro de Relaciones Informativas y Sociales de la Defensa (CRISDE) bajo un nuevo responsable y con la incorporación de profesionales del periodismo. También se confirma el propósito de mejorar los servicios de Inteligencia.

Razones de calendario señalan, en todo caso, el pase a la situación B en enero del capitán general de Madrid, Ricardo Arozarena Girón, y en marzo de Antonio Pascual Galmes, que es capitán general de Baleares.