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El cine en la pequeña pantalla

Un Hitchcock menor

Tomàs Delclós

Hitchcock recomendaba a quien quisiera escucharle que jamás hiciera películas con niños o gatos. Es dificil precisar de dónde le viene la manía por los primeros Con respecto a los gatos, la triste experiencia del rodaje de El número 17 le da toda la razón. Hitchcock le dijo un día a Truffaut que esta película era un desastre como producto final. También fue desastroso su rodaje.La primera parte del filme. transciarre en una casa vacía. La intriga es confusa y los personajes quedan poco definidos. Por otra parte, está basada en una obra teatral y se nota la claustrofobia de la cuarta pared. Consciente de este peligro, Hitchcock quería introducir un elemento dinámico: los gatos vagabundos del barrio. Los gatos tenían que dispersarse a centenares por la escalera al iniciarse un tiroteo. El día fijado para la filmación de la escena los dueños de los animales los dejaron en el plató. Cuando llegó el momento de la verdad, un ayudante disparó un fusil y sólo tres gatos cumplieron con su obligación.

El número 17 es una de sus pocas películas en las que resulta más entretenido saber lo que no se ve que ver lo que hay. Es un filme de 1932. Faltaban 8 años para que se instalara en EE UU.

El filme describe la coincidencia en una casa abandonada de unos ladrones que se citan para recoger el botín con unos inocentes ciudadanos que quieren comprar la finca. El equívoco en las identidades es el elemento que debe mantener el suspense.

La persecución final entre un coche y un ferrocarril, resuelta con maquetas minuciosas, pero apreciables maquetas al fin y al cabo, hace que el espectador, más que la persecución vea a un niño grande divertirse con sus juguetes preferidos.

El número 17 se emite hoy, a las 21.35, por la primera cadena.

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