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Adolfo Suárez defiende la primacía del poder civil

"Los militares no deben ser consultados antes de adoptar cualquier decisión política", dijo ayer el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez en la presentación de su nuevo partido, Centro Democrático Social (CDS). La conferencia de Prensa con la que Suárez marcó su abandono definitivo del partido que él mismo fundara en 1977, Unión de Centro Democrático, y el nacimiento de otra opción centrista, el CDS, rompió el silencio que el ex presidente venía manteniendo desde que, en enero de 1981, dimitió de sus cargos como jefe del Ejecutivo y del partido en el poder.

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"Los vetos políticos indican la gravedad de la situación", dice el manifiesto

"No hay más poder que el civil, y los militares tienen una función que cumplir, pero bajo las órdenes del Gobierno que elijan los españoles", afirmó Suárez en la presentación del CDS, que nace con el propósito, consagrado en su manifiesto fundacional, de defender el principio de la soberanía nacional y apoyar la supremacía del poder civil.Por primera vez Adolfo Suárez habló en público sobre su dimisión como jefe del Gobierno, negando tajantemente que lo hubiese hecho por presiones de los militares: "No hubo uno solo que se hubiese atrevido a pedírmelo, y hoy estaría encarcelado si lo hubiera intentado". También negó que hubiese tenido información previa sobre los preparativos del golpe de Estado del 23 de febrero "y, de haberlo sabido, mi actuación hubiera sido muy distinta". Atribuyó a la actitud crítica de los barones y del propio grupo parlamentario centrista la razón inmediata de su dimisión.

Adolfo Suárez presentó su proyecto político -que, reconoció, cuenta con una deficiente financiación- como una solución al desencanto creado entre los españoles y una contribución a la necesaria tolerancia en la vida nacional. "La transición no ha terminado, falta mucho para que la democracia esté firmemente asentada en este país", dijo el ex presidente Suárez.

El acto comenzó con la lectura del manifiesto político del CDS, a cargo de Jesús Viana, única personalidad política destacada que acompañó a Suárez en su almuerzo con la Prensa.

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Suárez: "Si no alcanzamos la financiación suficiente, haremos campaña por el país con un 'spray' en la mano"

Viene de la primera página

"Si no alcanzamos la financiación suficiente, recorreremos el país haciendo campaña electoral con un spray en la mano", dijo ayer Adolfo Suárez al presentar a la Prensa su nuevo partido, Centro Democrático Social (CDS). El ex presidente de UCD y del Gobierno lanzó su nuevo proyecto político, que, dijo, "no se unirá a las fuerzas políticas que tratarán a toda costa de impedir. que los socialistas ganen Ias elecciones. Me gustará más o menos,que el PSOE gobierne, pero yo estaré en cualquier sitio, defendiendo que, si ganan, los socialistas puedan gobernar". Sin embargo, el líder del CDS consideró prematuro hablar de posibles pactos pre o, poselectorales, aunque en materia de coaliciones "no se debe desechar ningún planteamiento racional".

La conferencia de Prensa de Suárez, celebrada en el curso de un almuerzo restringido del que fueron excluidos fotógrafos y periodistas extranjeros como los corresponsales del New York Times y del Washington Post, estuvo rodeada de una gran expectación. En ella no faltaron referencias a las personas que "'pretenden utilizar estructuras económicas e incluso poderes institucionales para influir decisivamente sobre el poder civil hasta tergiversar el libre ejercicio de la, soberanía nacional, cuyo único titular legitimo es el pueblo".

La presentación del CDS resultó notoriamente distinta de las de otros partidos políticos de reciente creación: ni siquiera estuvieron presentes las cabezas del nuevo grupo, que aún carece incluso de logotipo distintivo y de una lista de milítantes: "El partido comienza a funcionar hoy. Y es a partir de ahora cuando enarbolamos el banderín de enganche". Sin embargo, recalcó que no se han mantenido contactos con las bases de UCD para intentar su pase al nuevo partido, que,tratará de nutrirse mayoritariamente, según el fundador del CDS, de elementos que no militan en el partido en el poder. Tan sólo Suárez, Jesús Viana, José Ramón Caso y el jefe de Prensa, Ignacio Roch, comparecieron ayer ante medio centenar de periodistas.

Adolfo Suárez no concretó su respuesta a lo que un periodista consideró la pregunta "fundamental": qué diferencias objetivas, de programa y de fines, existen entre la Unión de Centro Democrático de la que ahora desembarca Suárez y su nuevo competidor por el espacio político centrista, el naciente Centro Democrático Social. "El problema no son las diferencias, sino la voluntad política de llevar a efecto un programa. UCD lleva en su seno demasiadas concepciones políticas distintas, y estas diferencias internas hacen muy difícil una serie de compromisos parlamentarios". Pero Suárez deseó éxito a Landelino Lavilla -por quien expresó en todo momento un profundo respeto político, que, en. cambío, no se dejó traslucir cada vez que se refiríó al actual presidente de¡ Gobierno-, y dijo que UCD no ha quedado invalidada.

Poderes extrapartido

Preguntado sobre las condiciones que había puesto para permanecer en UCD, Suárez dijo que él era "bastante reacio a participar en esas conversaciones (tripartitas, con Lavilla y Calvo Sotelo). Pero entendí que era mi obligación dialogar con el presidente Calvo Sotelo sobre todo con el estímulo que se me hizo de que era mi responsabilidad tainbién colaborar en el proyecto de reconstrucción o recomposición de UCD. Hubo cuatro o cinco conversaciones, más una que se hizo por mandato del Comité Ejecutivo. De entrada, Calvo Sotelo dijo que, en principio, no estaba dispuesto a dejar la presidencia del partido. Yo afirmé que mi objetivo no era una lucha por el poder, pero que necesitaba tener la convicción personal de que los objetivos que yo proponía para renovar UCD se pudieran cumplir, y eso exigía controlar, durante un tiempo determinado, el partido".

"Pero, para que yo asumiera esa presidencia, existía una condición indispensable: que fuera aceptada y asumida por Calvo Sotelo, cosa que el propio Calvo Sotelo dijo que no podía ser, entre otras razones, porque había determinados sectores extrapartido que podían sentirse incómodos con esa presencia mía en UCD como presidente. Y además me dijo que, si me entregase la presidencia, podría transmitirse la imagen de que se trataba de un pulso de poder entre él y yo. Mi propuesta consistía en asumir yo la presidencia de UCD y Landelino Uvilla la vicepresidencia", continuó Suárez Calvo Sotelo había desmentido, en recientes declaraciones, que hubiese esgrimido el argumento de los sectores extrapartido para oponerse a la asunción por Suárez de las riendas del partido.

"La condición mía tenía una do ble finalidad" continué Suárez. "No dar la imagen de que la solución del partido era, simplemente un relevo de personas, y mostrar que los tres estábamos identificados con esa decisión. Yo no quería obtener el poder por la lucha interna, aunque posiblemente lo hubiera logrado si hubiese querido pactar con alguna de las fuerzas de UCD. Pero no podía hacerlo contra el presidente del Gobierno, porque cabía, por parte de Calvo Sotelo, una posible dimisión, con las consecuencias negativas que comportaría para la estabilidad política una investidura antes de las elecciones. Y también porque un enfrentamiento entre el presi dente del Gobiemo y el del partido es grave para la estabilidad política y para UCD de cara a las elecciones".

Un proyecto llamado CDS

La hostilidad hacia la figura del actual presidente del Gobíerno nunca explicitada a lo largo de las dos horas y media de la conferen cia de Prensa, quedó, sin embargo latente en todo momento como una de las grandes razones que impulsaron a Adolfo Suárez a adoptar su decisión. "Tendría muchas cosas que criticar de la ac ción del Gobierno", dijo, refiriéndose después a su desacuerdo sobre cómo se había tramitado la en tradi en la OTAN y los "insuficientes contactos" con los nacionalistas en la elaboración de la LOAPA.

"Siempre estaré en el centro, nadie va a coaccionar mi capacidad de estar presente en la vida pública". Con estas palabras, Suárez presentaba su nuevo partido, Centro Democrático Social, que, reconoció, "no tiene medios económicos suficientes". Concretó la financiación del CDS detallando que "un grupo de veintiséis amigos, de los que sólo dos militarán en mi partido", han solicitado un crédito de cien millones de pesetas. "Si podemos tener medios económicos, llegaremos al pueblo español espectacularmente; si no, iremos con el spray por las provincias, si es necesario". Inmediata mente, dos periodistas le regala ron un spray de pintura. "Desde luego", agregó, "no he traído dinero en una maleta de Venezuela, entre otras cosas porque no he pedido ese dinero".

Según Suárez, el CDS no nace con vocación coyuntural ni de par tido bisagra; no ha tomado su de cisión "por odios africanos" y es consciente "de los aspectos negativos que despierta mi imagen". No ha mantenido conversaciones con Raúl Morodo, ni con Ramón Tamames, ni con otros grupos para posibles incorporacíones o pactos electorales, aunque, subrayó, la intención de Centro. Democrático Social es concurrir en solitario a las elecciones, por todas las provincias y con el nombre de Adolfo Suárez figurando en la cabecera de la lista por Madrid.

Es consciente de las limitaciones y los vetos con que nace su grupo político, pero aunque "he aprendido que no debo volver a gobernar y no me gustaría volver a ser presidente, ahora aceptaré las consecuencias de la voluntad popular, entre ellas la posibilídad de volver a presidir un Gobierno". Y aunque no sea en estas elecciones, sino en las próximas, o en las siguientes, Suárez "no cejará en su empeño de hacer oír su programa para ilúsionar al pueblo español y hacerle vencer su desencanto", según comentó un colaborador muy próxifno al ex presidente.

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