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Corto triunfo del Atlético frente al St. Galllen

El Atlético, un poco confiado y muy despistado no supo alcanzar un triunfo que le permitiera afrontar tranquilamente el partido de vuelta. El equipo suizo veiiía casi como víctima, pero demostró que sabe utilizar perfectamente las pocas armas que tiene. Los rojiblancos han perdido forma en relación a como empezaron la temporada y fallaron táctica y técnicamente al margen de que en muchos momentos les falló la estrategia y facilitaron la labor de sus rivales. El St. Gallen supo hacer su partido y jugó inteligentemente, sin concesiones a la galería pero con eficacia.El contraataque volvió a ser la principal baza del conjunto madrileño. Los rojiblancos empezaron desmelenados y jugando con mucha rapidez. Desbordaron a su rival y pusieron el marcador en un 5-0 que hacía presagiar un tanteo de escándalo y una abultada victoria a favor de los locales. No fue así. Al Atlético se le fueron las ideas. Le faltó imaginación a la hora de atacar estáticamente y no supo plantear la defensa adecuada para sujetar a los dos hombres peligrosos del St. Gallen, Robert Jehle y Sturm, que consiguieron doce de los dieciocho goles.

Los suizos jugaron con lentitud y parsimonia hasta el punto de que fueron sancionados cinco veces por juego pasivo. El Atlético se contagió de esa táctica y no acertó a imponer su ritmo. De haberlo hecho hubiera doblegado con facilidad a su rival, inteligente, marrullero y ramplón pero falto de recursos técnicos. Dos jugadores y un buen portero no deben ser suficientes para crear problemas al campeón español. El equipo de Juan de Dios Román, flotó en defensa. El St. Gallen fue paciente, supo esperar, no se desanimó en ningún momento pese a tener el marcador en contra.

Vuyinovic, un yugoslavo, que es entrenador y jugador, puso a Platzer pegado a Uría mientras el resto defendía en la línea. Incomprensiblemente el jugador vasco no fue bloqueado a lo largo de todo el partido, por lo que quedó casi inservible al margen de que no esté en su mejor momento. El que si está en plena forma es Carlos González que fue quien solucionó en muchas ocasiones situaciones que no tenían salida.

Otro problema que no tiene solucionado el técnico rojiblanco es el de los porteros. De Miguel ha hecho una buena temporada. Tras el mundial, ha querido incorporar a Rico, para tener dos guardametas en forma y lo que va a conseguir es quedarse sin ninguno. De Miguel no estuvo a su altura porque le falta la segurídad de saberse titular. Estuvo triste. No rinde a satisfación porque le han quitado la confianza. En general al Atlético, por la circunstancia que sea, le falta alegría. El domingo debió arriesgar más. Tiene equipo para ello y puede utilizar más recursos. Por ejemplo, debió hacer pressing en toda la cancha para evitar la congelación de balón que hicieron los suizos, que además son inferiores en técnica individual a los españoles. Esto hace pensar en que los tres goles, teóricamente pocos, sean suficientes para afrontar el partido de vuelta. Sobre el papel, hoy por hoy, el Atlético es superior al St. Galien y su obligación es clasificarse para las semifinales. No será fácil. El domingo el hecho de que el seleccionador suizo, de nacionalidad alemana, como los árbitros, estuviera en el banquillo del St. Gallen, fue un síntoma.

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