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El Cordobés y su cuadrilla reflexionan sobre la tragedia de Albacete

"Desde entonces", dijo ayer Pepín Garrido a EL PAÍS, "ni el torero, ni su cuadrilla, de seis personas, ni el chófer, ni el ayudante han podido recuperarse de las consecuencias del drama y cuya repercusión ha llevado a El Cordobés a decidir la interrupción de su temporada."Nos quedaban siete u ocho corridas por torear; por cada una de las corridas cobramos unos 6.000 duros. 0 sea que hemos perdido más de 40.000 duros. ¿Que cuál es el estado de ánimo de El Cordobés? ¿No le basta con saber que ha interrumpido la temporada por ello?", pregunta el banderillero, que añade: "¿Volverá? Quién lo sabe".

La cuadrilla de El Cordobés no ha recibido aún, según Pepín Garrido, la citación del juez de Albacete que ha ordenado la apertura de un sumario sobre el suceso en el que murió el pasado lunes el espontáneo taurino Fernando Elez, de 27 años.

En los primeros momentos después de ocurrida la tragedia, comentarios que se recogieron en periódicos españoles y extranjeros achacaron a El Cordobés y a sus ayudantes una cierta parsimonia a la hora de ayudar al espontáneo. Esos comentarios, dice Pepín Garrido-, "han afligido mucho al torero", que se halla recluido en su finca de Villalobi¡los. Se muestra reacio a dialogar con los periodistas.

"No ha leído los periódicos", explica Pepín Garrido, "tiene la conciencia muy tranquila, porque no se le puede decir lo que se le ha dicho, dado que él no pudo hacer absolutamente nada por ayudar al chico.Las cosas que se le han dicho no hubieran podido pronunciarse si esto fuera Norteamérica y aquí hubiera una ley de libelo como Dios ínanda", comenta el banderillero.

El Cordobés no quiere ver a nadie, pero su médico es una excepción, como informa desde Córdoba nuestro corresponsal Sebastián Cuevas. El doctor Ruiz González, traumatólogo, le tiene que ver hoy porque el torero sufrió una lesión en la cadera durante la lidia de su primer toro en la corrida de Albacete.

Para corroborar que ni El Cordobés ni su cuadrilla podían haber hecho nada por ayudar al aficionado antes de que el toro Sospechoso lo corneara, el banderillero explica que el torero estaba en la parte opuesta del lugar por el que se lanzó el espontáneo, el propio Garrido se hallaba bastante alejado del muchacho y otro compañero suyo lanzó un capotazo, Sospechoso se llevó el capote, dejó indefenso al peón y arremetió mortalmente contra el que se había arrojado a la plaza armado, recuerda el banderillero, de un suéter. Fue una temeridad. Nosotros aguantamos al toro para que se pudiera retirar al muchacho, y la corrida siguió".

Manuel Benítez no supo que el espontáneo había muerto hasta .que terminó la corrida y se lo dijeron, ya en el interior del coche que debía conducirle a Salamanca, el primer compromiso roto por el de Palma del Río. "Cuando nos dijeron a nosotros, a los de la cuadrilla, durante la corrida, que el chico había muerto, nos quedamos de mármol. Luego, cuando se lo dijeron a El Cordobés, imagínese cómo se puso. Yo he vívido muchas tragedias. Pero en treinta años, la de Albacete ha sido la más desagradable de mi vida".

La viuda de la víctima de esa tragedia recibirá tres millones de pesetas, producto de la recaudación de la corrida benéfica celebrada anteayer en Albacete para ayudar a los familiares del espontáneo muerto. Después de la corrida, José Mari Manzanares, que protagonizó un incidente con el crítico Alfonso Navalón, dijo, según recoge Europa Press, que la campaña contra El Cordobés "es una canallada, y al culpable habría que meterlo en la cárcel, y no hablo más porque, si no, voy a decir barbaridades".

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