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España es uno de los pocos países en el que la electrónica se halla en retroceso

España es uno de los pocos países del mundo en que la industria electrónica, uno de los sectores considerados de futuro, ha retrocedido a lo largo de 1980 y se encuentra hoy en práctica situación de crisis. El conjunto de la producción electrónica nacional, según datos de la organización empresarial Aniel, creció el pasado año en un 2%, lo que en términos reales se traduce por una sensible disminución. El fuerte incremento de las importaciones, que superaron los 163.000 millones de pesetas en 1980, absorbió en buena medida el relativo crecimiento (un 14%) del consumo.

El subsector de electrónica de consumo (radiorreceptores, tocadiscos, televisores, etcétera) registró un crecimiento de su producción del 5% en pesetas corrientes, lo que representa un retroceso con respecto a 1979. Este crecimiento del subsector. osciló entre el 1,5% en Productos de audio y el 5% en televisión.Las importaciones de productos de electrónica de consumo crecieron desmesuradamente en 1980 «como consecuencia de las medidas liberalizadoras de mayo de 1979», según afirma Aniel. El crecimiento se situó en un 104% sobre el año anterior, con un valor global de 22.074 millones (la producción nacional se situó en 68.205 millones, y la exportación, en 2.224 millones). En audio, las importaciones fueron superiores a la producción nacional en un 114%.

La peor repercusión de las importaciones -de ahí las gestiones de los empresarios con la Administración para pedir protección frente a aquellas áreas- la tuvieron las procedentes del sureste, asiático, que alcanzaron el 39% del total, y cuyos precios -bajísimos por los escasos costes laborales vigentes en estos países hacen imposible la competencia.

Las exportaciones, aunque crecieron un 37%, siguen en un nivel muy modesto. El consumo aparente se incrementó en un 19%. Y el subsector, en líneas generales, ha tenido que afrontar un sustancial descenso de los precios de televisores en color (uno de los mercados en crecimiento), la incidencia grave de importaciones ilegales o fraudulentas y una sobredimensión de las plantillas, siempre según Aniel. El informe habla de la necesidad de reestructurar el sector y acabar con la atomización

El subsector de componentes electrónicos (semiconductores, tubos, circuitos, condensadores, etcétera) registró una caída del 11% en las cifras de producción de 1980, que se estiman en 25.118 millones de pesetas. La caída real es el orden del 10%.

Nuevamente, las importaciones (34.644 millones de pesetas en 1980, con un crecimiento del 17%) y el escaso crecimiento, de la demanda condicionan los resultados de este sector. Lo más destacado del ligerísimo incremento de las exportaciones (4%) es la mayor adecuación de nuestras producciones a los niveles de calidad y competitividad internacionales. El informe de Aniel marca como objetivos para este subsector una mejora de la participación nacional en el mercado de componentes para televisores en color (hay conversaciones entre unos y otros fabricantes) y restricciones a las importaciones del sureste asiático.

Electrónica profesional

El mercado de la electrónica profesional creció en 1980 un 14,7% en pesetas corrientes (un 4% en términos reales), en tanto que la producción permaneció estacionaria y se dispararon las importaciones. Es sintomático que en este subsector -según Aniel- las importaciones en 1979 superaron el 12% de la producción nacional, mientras que en 1980 esta diferencia se acrecentó hasta el 25%. La cobertura de fabricación nacional para la demanda interna de este subsector pasó del 38% en 1979 al 32% el año último. La falta de planificación en las compras de la Administración ha incidido fuertemente sobre estos resultados.

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