Rómulo Betancourt,
ex presidente de Venezuela, recibió el título de hijo adoptivo de La Orotava (Tenerife) el mismo día que hace veintiún años, estuvo a punto de perder la vida en uno de los más importantes atentados que sufrió durante su carrera política en activo. El senador vitalicio venezolano, uno de los hombres de más reconocida valía de Suramérica, se pronunció en Tenerife a favor de que América Latina, «nido de tantas dictaduras», termine por ser el continente de la libertad. Betancourt ha viajado a Canarias por primera vez para reencontrarse con el lugar de nacimiento de su padre en el Farrobo, un barrio humilde del norte de Tenerife. El líder y fundador del principal partido de oposición venezolano no pudo evitar alguna lágrima cuando pisó el barrio donde vivió su padre: «Recibo la distinción de hijo adoptivo del valle de La Orotava, no como ex presidente de Venezuela, sino como hijo de quien me dio la posibilidad de trabajar como lo he hecho por mi América», informa nuestro corresponsal
